La biodiversidad de México y el peligro de extinción de esa riqueza — ecologica
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La biodiversidad de México y el peligro de extinción de esa riqueza

México tiene la colección de reptiles más diversa del planeta, con 717 especies conocidas de las que 574 solo se encuentran en nuestro país. Es el segundo en el mundo en variedad de mamíferos, con 502 especies y el cuarto en anfibios con 290 especies taxonomizadas. También es el hogar de mil 150 variedades de aves, de las cuales 290 son endémicas.

Como lamentablemente sucede en todas partes del mundo donde el hombre pone por delante sus propios intereses en detrimento de los de la naturaleza, los problemas con el medio ambiente podrían tener como consecuencia directa que algunas especies se extingan y/o desaparezcan del territorio mexicano. En áreas protegidas legalmente hablando, hay miles de especies específicamente protegidas por la legislación mexicana.

Las áreas naturales protegidas incluyen varias reservas de la biosfera, parques nacionales, monumentos naturales, áreas de flora y fauna protegidas y santuarios de diversidad, ricos en especies y recursos naturales. Pero el solo establecimiento de dichos espacios no es suficiente; deben hacerse cumplir las leyes vigentes, lo que requiere guardas para proteger estas áreas. Además, la pérdida de hábitats y la introducción de especies invasoras también afectan a las poblaciones de animales autóctonos.

La protección del medio ambiente está estrechamente relacionada con el bienestar económico. Donde hay prosperidad económica es más fácil proteger el medio ambiente. Por ende, las personas pobres que están luchando diariamente para sobrevivir, muchas veces no ven la necesidad ni el beneficio de respetar las leyes ambientales.

 

Somos potencia en biodiversidad

 

Nuestro país figura como una potencia megadiversa a nivel mundial. Cuenta aproximadamente con 10 por ciento de las especies del planeta, pero más de 2 mil se encuentran a un paso de desaparecer. El que seamos privilegiados en biodiversidad se debe a nuestra situación geográfica y variedad de climas, lo que propicia que existan especies que no viven en ningún otro sitio del planeta. Sin embargo, esa riqueza no es infinita y una gran cantidad de especies ha dejado de existir o está a un paso de desaparecer; muchas de ellas por invasión en su hábitat, otras por la caza furtiva y algunas más por los efectos de la contaminación y el cambio climático.

La Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, tiene como objetivo identificar las especies o poblaciones de flora y fauna silvestres en riesgo, mediante la integración de las listas correspondientes, así como establecer los criterios de inclusión, exclusión o cambio de categoría de riesgo para las especies o poblaciones, mediante un método de evaluación de su riesgo de extinción.

De acuerdo con dicha norma, se describen 2 mil 606 especies (entre anfibios, aves, hongos, invertebrados, mamíferos, peces, plantas y reptiles), clasificadas en riesgo. De ellas, 392 son aves, 291 mamíferos, 204 peces, 443 reptiles, 194 anfibios y 49 invertebrados. En la lista de especies animales que están al borde de extinción en México figuran:

El jaguar (Panthera onca). Habita desde el sur de Sinaloa y el centro de Tamaulipas, hasta la península de Yucatán.

El manatí (Trichechus manatus). Aún se le puede encontrar en ciertas áreas costeras de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas.

La vaquita marina (Phocoena sinus). Su hábitat se encuentra en el Golfo de California. Estimaciones recientes calculan que existen menos de 60 ejemplares.

El ocelote (Leopardus pardalis). Se le encuentra todavía en Sinaloa, Tamaulipas y en la península de Yucatán.

El perro llanero mexicano o perrito de la pradera (Cynomys mexicanus). Vive entre los límites de Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas.

El teporingo (Romerolagus diazi). Uno de los habitantes del Valle de México y del Nevado de Toluca.

El mono aullador (Aloutta palliata). Su hogar abarca Veracruz, Chiapas y Oaxaca.

El mono araña (Ateles geoffroyi). Cada vez hay menos ejemplares en Veracruz, Chiapas y Yucatán.

El oso hormiguero (Tamandua mexicana). Vive en las zonas tropicales de Michoacán, Chiapas y Yucatán.

El armadillo de cola desnuda (Cabassous centralis). Especie exclusiva de la Selva Lacandona, en Chiapas.

La cotorra serrana occidental (Rhynchopsitta pachyrhyncha). Vuela por el norte, pasando por Michoacán y Jalisco, hasta Chihuahua y Sonora.

La guacamaya roja (Ara macao). Únicamente se encuentra en Chiapas y en Oaxaca.

El loro cabeza amarilla (Amazona oratrix). Quedan pocos en Tamaulipas, y en las Islas Marías.

El quetzal (Pharomachrus mocinno). Habita Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Panamá, y en menor medida, México.

Las tortugas marinas. Aunque protegidas por las normas oficiales mexicanas, enfrentan en la franja litoral del país a donde llegan a desovar, todo tipo de riesgos que las mantiene al borde de la extinción. Cabe destacar que a nuestras costas llega el mayor numero de especies de tortugas, destacadamente, la caguama (Caretta caretta), la marina verde del Pacífico o tortuga prieta (Chelonia agassizi), la verde del Atlántico o tortuga blanca (Chelonia mydas); la almizclera chopontil (Claudius angustatus), la riverina centroamericana o tortuga blanca (Dermatemys mawii); la lora (Lepidochelys kempi) y la golfina escamosa del Pacífico (Lepidochelys olivacea).

El axolotl (Ambystoma mexicanum), especie de salamandra que sólo se encuentra en el lago de Xochimilco, un remanente del sistema lacustre de la Cuenca de México. El mayor peligro que enfrenta es el ser humano que los caza indiscriminadamente para venderlos como mascotas, además de la pérdida de su hábitat por la agricultura.

La coqueta de Guerrero (Lophornis brachylophus), pequeño colibrí de siete centímetros y apenas de tres gramos de peso. Vive en el estado de Guerrero. Su especie está clasificada en peligro crítico de extinción.

El águila real (Aquila chrysaetos), una de las rapaces más grandes del mundo. Es el símbolo nacional de nuestro país.

Otros animales en peligro de extinción en México son el mono aullador negro (Alouatta pigra), la tortuga de Coahuila (Terrapene carolina mexicana) endémica de la región de Cuatrociénegas, Coahuila; el tigrillo (Leopardus pardalis), el puma o león de montaña (Puma concolor) y el jaguarundi (Puma yagouaroundi).

Varios programas buscan salvar, por ejemplo, al jaguar, el felino más grande de América. Las antiguas civilizaciones de América lo consideraban sagrado. Sus mayores enemigos: la ganadería extensiva a costa de bosques y selvas, la cacería furtiva, los incendios forestales y el crecimiento urbano, rural y hotelero.

En cuanto al oso negro, endémico de nuestro país, es codiciado trofeo para los cazadores enemigos de la naturaleza y el patrimonio nacional. Por la alteración de su hábitat se desplaza en busca de refugio por los estados de Durango, Sonora, Chihuahua y Nuevo León.

La vaquita marina está a punto de desaparecer. Programas oficiales y de organizaciones ambientalistas buscan desde hace décadas protegerla de la pesca irresponsable. No se sabe con exactitud cuántos ejemplares quedan, pero no pasan de 60.

En cuanto al lobo gris mexicano, nuevamente la destrucción de su entorno, la caza ilegal y la ganadería, amenazan su existencia. Ha habido programas para liberar ejemplares en su hábitat natural, pero los rancheros los matan porque atacan su ganado al no encontrar alimento en lo que fuera su entorno tradicional. Algunos programas de los gobiernos de México y Estados Unidos indemnizan a los rancheros afectados a fin de que no maten ejemplares de esta especie.

El tapir es igualmente víctima de la caza ilegal y la destrucción de las selvas donde vive en el sureste del país. También allí desaparece el quetzal por el tráfico ilegal y la pérdida de su hábitat. Asociado por las culturas azteca y maya con el dios Quetzalcóatl y Kukulkán, respectivamente, su plumaje solo podían utilizarlo sacerdotes y gobernantes.

Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), figuran como especies extintas en México el oso pardo, la paloma de la isla Socorro y el pez de agua dulce cachorrito potosí.

 

La extinción a nivel mundial

 

Según el libro rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en el planeta están en riesgo de desaparecer cerca de 18 mil especies. Entre ellas destacan los rotíferos, animales microscópicos que habitan en agua dulce y tierra húmeda. Le siguen las cicadas, plantas que provienen de la época de los dinosaurios. A ello se agregan los pinos y diversos mamíferos.

 

Un planeta colmado de especies... sin clasificar

 

Según algunos cálculos de los científicos y centros de investigación, hasta hoy se han estudiado casi un millón 750 mil especies. Pero se estima que en el planeta Tierra pueden encontrarse más de 10 millones. Por lo que toca a nuestro país, uno de los megadiversos, alberga más de 200 mil especies de flora y fauna. Esto equivale a entre el 10 y el 20 por ciento de toda la biodiversidad que existe en el mundo.

Pero esa riqueza natural, económica y social ha estado por siglos expuesta a su desaparición. Más ahora con la destrucción de hábitats por la deforestación, el avance de la mancha de asfalto de las ciudades sobre áreas verdes, la contaminación, la “invasión” de especies “exóticas” y el cambio climático. Según la legislación mexicana hay cuatro categorías de acuerdo a su estado de conservación: Probablemente extinta en el medio silvestre (E), en peligro de extinción (P), amenazadas (A) y sujetas a protección especial (Pr).

Cabe advertir que cuando se habla de extinción significa la desaparición de una especie o de un grupo taxonómico superior tal como una familia, un orden. Quedando truncado un proceso evolutivo. En nuestro país hay 49 especies extintas, 475 en peligro de extinción, 896 amenazadas y mil 185 sujetas a protección especial. Y una especie está en riesgo cuando sus poblaciones disminuyen por las actividades humanas. Como pueden ser la transformación de su hábitat, interacciones con especies invasoras o efectos de la contaminación, entre otras causas.