La Convención de Ramsar para proteger humedales
Es el más antiguo de los modernos acuerdos intergubernamentales sobre el medio ambiente. El tratado es fruto de las negociaciones llevadas a cabo en el decenio de 1960 entre países y organizaciones no gubernamentales preocupados por la creciente pérdida y degradación de los hábitats de humedales para las aves acuáticas migratorias. Se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y entró en vigor en 1975.
Su tarea fundamental es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”. Los humedales están entre los ecosistemas más diversos y productivos. Proporcionan servicios esenciales y suministran toda nuestra agua potable. Sin embargo, continúa su degradación y conversión para otros usos.
La convención aplica una definición amplia de los humedales, que abarca todos los lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, manglares y otras zonas costeras, arrecifes coralinos, y sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, reservorios y salinas. 169 es el número de partes contratantes y 2 mil 247 el de sitios Ramsar, con una superficie de poco más de 215 mil hectáreas.
Desde 1996, la Secretaría de la Convención sobre los Humedales, el Departamento de Estado y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos llevan a cabo una iniciativa especial: el Fondo Humedales para el Futuro (FHF) a fin de beneficiar a instituciones y personas de América Latina y el Caribe mediante la creación de capacidad y la formación en materia de conservación y uso racional de los humedales.
Para celebrar los 20 años del citado fondo, la Secretaría de Ramsar organizó un evento paralelo en la COP13 de Cancún. Cabe señalar que la Convención entró en vigor en México en 1986. El país cuenta hoy con 142 sitios designados humedales de importancia internacional. Ocupa el segundo lugar a nivel mundial en cuanto a sitios Ramsar. Sin embargo, la destrucción de manglares y otros humedales de gran importancia no ha dejado de estar presente en el país.
Finalmente, cabe destacar que en la COP13 celebrada en Cancún, la secretaria general de Ramsar, Martha Rojas-Urrego, y el director ejecutivo del PNUMA, Erik Solheim, firmaron el primer memorando de entendimiento entre la Convención de Ramsar y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Abarca temas generales que forman parte de los respectivos mandatos. Tal es el caso de: 1) Mejorar el acceso a la información sobre el estado y la condición de los humedales y las respuestas normativas para la gestión sostenible de estos; 2) Mejorar las sinergias y maximizar la función catalizadora de cada uno de los asociados; 3) Apoyar el intercambio de información y asesoramiento; 4) Lograr mayor apoyo financiero para proteger los humedales.
Dentro de las políticas para enfrentar el cambio climático los humedales pueden desempeñar un papel esencial pues son uno de los ecosistemas más diversos y productivos del planeta y realizan una importante contribución al bienestar humano mediante el suministro y la depuración del agua, las poblaciones de peces, la regulación del clima, el control de las inundaciones, la protección del litoral, las oportunidades de recreo y, cada vez más, el turismo.
Sin embargo, el aumento del nivel del mar debido al cambio climático, perturba los ecosistemas costeros y el aumento de la temperatura del mar que causa la decoloración del coral, originan una reducción de los servicios que pueden brindar los humedales.