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La ruta sonora de los migrantes

Redacción Sin Fronteras

La música no entiende de muros. Puede ser que los migrantes menos afortunados lleguen a la tierra prometida sin nada en los bolsillos, pero a ninguno de ellos le ha faltado nunca una tonada que tararear en los campos o los talleres, una letra triste o feliz que alza un puente entre su nueva realidad y la vida que dejó atrás.

En un texto memorable, el notable periodista Pete Hamill contó así su viaje al sur, a México a través de la frontera, y escribió: “Más de la mitad de los pasajeros en mi autobús eran mexicanos y, después de la cena, al subir hacia esas sierras imponentes, un viajero sacó su guitarra y empezó a cantar y en poco tiempo todos cantaban canciones llenas de la melancolía de la separación y la felicidad del retorno. Cantando en un idioma que yo no conocía. Cantando de sí­ mismos y sus familias y la gente que amaban. Cantando canciones no tan diferentes de las que yo habí­a escuchado de mis padres y los otros inmigrantes irlandeses que poblaron mi juventud. Regresaban a casa. Yo lo hací­a también, aunque no lo sabí­a en aquel entonces”.

Estas líneas de Hamill dejan poco que agregar a la presentación de la lista –necesariamente incompleta, abierta a propuestas de nuestros lectores– de lo que hemos denominado La ruta sonora de los migrantes:

Se trata de piezas de diferentes épocas y los más diversos orígenes. Unas constituyen una suerte de homenaje a la diáspora; otras, han sido adoptadas por los migrantes mismos que las han convertido en himnos o en canciones de resistencia para enfrentar el racismo, la xenofobia y las políticas migratorias criminales.

Deportee/Deportados, de Woody Guthrie

Un himno al migrante desconocido. Woody Guthrie, el cantautor rebelde más reconocido en Estados Unidos, escribió su famosa canción en 1948. Puso nombres en homenaje a los 28 migrantes mexicanos muertos en un accidente aéreo, que la prensa de la época sólo identificó como “deportados”. Tuvieron que pasar 69 años para que sus nombres completos fueran escritos en un monumento.

Aquí presentamos la versión de la cantautora independiente Ana DiFranco, acompañada por el gran Ry Cooder:

 

Clandestino, de Manu Chao

Con esta canción, editada en 1998, el cantautor nacido en Francia se anticipó a una tragedia migratoria –la europea– que ha avergonzado al mundo en los últimos años. La pieza aparece en el disco del mismo nombre, el primero que Manu Chao grabó como solista tras la disolución del grupo Mano Negra.

Más allá del compromiso político explícito de Manu Chao –que lo mismo se solidariza con luchadores sociales encarcelados que visita a los zapatistas o los migrantes de Arizona– el éxito de su música se halla en que millones se reconocen en sus canciones.

Canción mixteca

“¿Y cuál es el lugar más lejano con migrantes mixtecos?”, se preguntó hace un tiempo a un líder mixteco. “Más bien hay que preguntar dónde no estamos”, fue su respuesta.

La Canción mixteca fue compuesta en 1915, se dice que en la Alameda de Querétaro, por José López Alavez, quien añoraba –como muchos migrantes– el lugar que lo vio nacer (la “tierra del sol” de la canción).

Aquí la presentamos en la versión instrumental que en 2012 interpretó la Banda Filarmónica Femenil de Tlahuitoltepec Mixe, Oaxaca (Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe, CECAM).

 

El muro y Somos más americanos, de Los Tigres del Norte

Como diría el clásico, este grupo, nacido en Sinaloa, no necesita presentación. Migrantes ellos mismos, los integrantes de la banda han sabido recoger en sus canciones los sentimientos de millones de personas.

La lista de premios que ha recibido es enorme, como grande es la vinculación de Los Tigres con las comunidades de migrantes residentes en Estados Unidos. Sus canciones El Muro y Somos más americanos –aquí en la versión con Zack de la Rocha– volvieron a sonar fuerte durante la última campaña electoral que llevó a Donald Trump a la presidencia. Estos versos explican por qué:

“Ya me gritaron mil veces que me regrese/ A mi tierra porque aquí no quepo yo/ Quiero recordarle al gringo/ Yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó/ América nació libre el hombre la dividió”.

 

 

Frijolero, de Molotov

Nuestro colega Gustavo Ogarrio (en La Jornada Semanal, 17 de noviembre de 2013), nos acerca así a la famosa canción del grupo integrado por tres mexicanos y un estadounidense: “Si bien el primer álbum de Molotov es el gran generador de éxitos insolentes, destaca posteriormente el tema “Frijolero”, que casi de manera inmediata a su puesta en circulación se transforma en un verdadero himno popular y mediático en contra de la discriminación de miles y hasta de millones de mexicanos que cruzan el Río Bravo. Con un énfasis casi de libelo, el tema destaca por su sinceridad sin poesía que rechaza de manera vehemente el estereotipo y que puntualmente ordena las acusaciones contra Estados Unidos en términos económicos y de razones del narcotráfico: “Yo ya estoy hasta la madre/ de que me pongan sombrero/ escucha entonces cuando digo/ no me llames frijolero/ y aunque exista algún respeto/ y no metamos las narices/ nunca inflamos la moneda/ haciendo guerra a otros países/ te pagamos con petróleo/ e intereses nuestra deuda/ mientras tanto no sabemos/ quién se queda con la feria/ aunque nos hagan la fama/ de que somos vendedores/ de la droga que sembramos/ ustedes son consumidores.”

Recientemente, el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, John Kelly, le dio toda la razón a esta rola escrita en 2003, cuando admitió que México está sufriendo la violencia del narco “por nuestra demanda de drogas”.

 

La venganza de los pelados, de Los Lobos

Los Lobos sacaron esta canción hace 17 años, pero bien podrían habérsela compuesto ahora a Donald Trump: “Estamos bajo de los puentes y debajo de la sombra/ Debajo de tus narices y debajo de la alfombra”. Félix Contreras, de la organización de medios NPR, describe a esta legendaria banda del Este de Los Ángeles así: Cuando salió el álbum ¿Cómo sobrevivirá el lobo? (1984), “quedó claro que amar a los Rolling Stones tanto como al Flaco Jiménez, era tan natural como amar a los Stones y a Woody Guthrie”.

Los Lobos terminan así esta canción: “Pero les digo, tengan cuidado, que la venganza ya empezó/ La venganza de los pelados, la venganza ya comenzó.”

En esta versión, están acompañados por Café Tacvba, haciendo así una versión binacional:

 

Ice/El Hielo, de La Santa Cecilia

La banda angelina, integrada por hijos de inmigrantes, comenzó con boleros y rancheras, pero ha incursionado en una inagotable variedad de ritmos e influencias. En esta canción, lanzada en 2014, La Santa Cecilia (nombrada así en honor a la santa patrona de la música), juega con las siglas de la migra estadounidense (Immigration and Customs Enforcement, ICE) y su significado en español (hielo), para subrayar la frialdad de políticas migratorias que separan familias y destruyen vidas.

“El hielo anda suelto por esas calles/ nunca se sabe cuándo nos va a tocar./ Lloran los niños, lloran a la salida/ lloran al ver que no llegará mamá/ Uno se queda aquí, otro se queda allá/ Eso pasa por salir a trabajar”.

 

Serenata a un indocumentado, de Los jornaleros del norte

Creada como respuesta a una redada en un centro de salud (1995), la banda se concibe como un esfuerzo de educación, organización y movilización. Los Jornaleros del Norte han actuado en las calles, escuelas y sindicatos. El video de esta canción, grabado frente a un centro de detención de inmigrantes, fue dirigido por el cineasta Alex Rivera.

Todos somos ilegales

El video comienza con una imagen del desierto y un hombre parece intentar cruzar la frontera: brinca, se escabulle, corre debajo de puentes y cruza un río. Aparecen imágenes de personas con un letrero que dice: “Todos somos ilegales”. En esta canción de 2012, de Outernational, con sonidos de western y mariachi, participan Tom Morello, Chad Smith y René Pérez Joglar (Residente). Este último canta: “Dejé a mi abuela/ Sola pa’ besarle el culo a Ronald McDonald/ y tomar coca cola”.

 

 

Immigraniada, de Gogol Brodello

Immigraniada es una advertencia: “Venimos cada vez más rudos”, canta la banda de inmigrantes en su elogio a los inmigrantes. Gogol Bordello, que se define como un conjunto de “punk gitano”, está integrada por un ucraniano, un par de rusos, un ecuatoriano y una china, entre otros músicos. La pieza borda sobre las dificultades de comenzar de nuevo en una tierra donde la realidad está lejos de los discursos oficiales que hablan de libertad y oportunidades. Es una celebración de la resistencia de los inmigrantes. El video, de 2012, fue filmado en Nueva York, ciudad donde se hablan más de 200 idiomas.

 

Sinaoloa Cowboys/ Bruce Springsteen

Springsteen escribió una serie de baladas/corridos sobre inmigrantes mexicanos, varias en su disco ¨The Ghost of Tom Joad¨ (1995), tal vez el menos conocida de su obra, donde son parte de una serie de canciones de lamento y feroz condena de la vida de trabajadores. El cuenta que su interés sobre inmigrantes mexicanos fue resultado de vivir en California, y de cuando hacía largos viajes solo en motocicleta por la región fronteriza “a lugares donde nadie te reconoce, donde te topas con gente, y tal vez todo empezó cuando me tope con este cuate mexicano en un pueblo en el desierto a finales de un verano.  Estábamos sentados afuera en una mesa, bebiendo cervezas.  Platicó que su hermano había sido miembro de una pandilla mexicana de motociclistas en el Valle de San Fernando, y nos contó la historia de la muerte de su hermano en un accidente.  Algo de lo que me contó se me quedó por un año.  Después leí un artículo sobre el narcotráfico en el Valle Central.  Todo eso llevó a la canción Sinaloa Cowboys.  Lo de la frontera es algo que yo no había escuchado mucho en la música.  Es una gran historia.  Es la historia de lo que este país va a ser: un enorme lugar multicultural”, contó en entrevista con Mother Jones, en 1996.

Sinaloa Cowboys cuenta la historia de dos hermanos que cruzan la frontera para buscar chamba y acaban en un laboratorio de metanfetaminas que estalla, y su padre llega para recoger los cuerpos, todo por la necesidad de empleo, y el precio que uno puede pagar en este país.

Su defensa de inmigrantes ha sido constante, y este año cuando estaba de gira mundial condenó las políticas anti migrantes de Trump, declarando que “Estados Unidos es un país de inmigrantes, y vemos esto como anti democrático y fundamentalmente anti estadunidense”. Balboa Park trata de la vida de algunos de los inmigrantes más desamparados viviendo en las calles, narrando su desesperación.  The Line es sobre la historia de un joven oficial de la Patrulla Fronteriza, quien empezó a entender quienes eran los que cruzaban la frontera, se enamora de una inmigrante mexicana, hace algo ilegal, abandona su empleo, y ahora la busca en todos los pueblos donde hay migrantes.  Matamoros Banks (del disco Devils & Dust, 2005) es la historia en reversa de un inmigrante ahogado en el Río Bravo, de donde vino, de sus amores, su dolor de emigrar.  American Land (2012), aquí está en su versión en vivo en un concierto en Australia este año, justo donde condeno las políticas anti migrantes de Trump, donde cuenta sobre las migraciones de los irlandeses, italianos, alemanes y otros a Estados Unidos.

 

Migra, de Santana

Migra, la rola del veterano rockero mexicano Santana, fue parte de su histórico disco “Supernatural” (1999) que ganó ocho premios Grammy (incluyendo album del año) y mereció el disco platino en 15 ocasiones. Migra es una sencilla condena de las autoridades migratorias.