La infraestructura fronteriza y sus efectos en el ambiente común — ecologica
Usted está aquí: Inicio / Artículos / La infraestructura fronteriza y sus efectos en el ambiente común

La infraestructura fronteriza y sus efectos en el ambiente común

Sergio Avila Villegas

Se define como infraestructura fronteriza a las estructuras, barreras, caminos, brechas, bases tipo militar, torres de comunicación y monitoreo, luces de alto poder, generadores, puntos o estaciones de chequeo, uso continuo de vehículos y patrullas, y demás instalaciones, temporales o permanentes, que se utilizan durante la aplicación de las leyes migratorias de los Estados Unidos.

Es importante definir esta infraestructura para reconocer que los impactos ambientales no son causados solamente por barreras impermeables a lo largo de la frontera, sino también por otras estructuras y actividades relacionadas. Por estas razones, el uso del término “muro fronterizo” es inapropiado, pues no define la amplitud y variedad de la infraestructura en la frontera y los efectos ambientales que causa.

Los impactos ambientales de la infraestructura, barreras y patrullaje a lo largo de la frontera internacional México-Estados Unidos no son fáciles de medir, dados los diferentes tipos de ecosistemas, infraestructura, especies afectadas y la escala de tiempo en que dichos impactos suceden y/o son observados. Los impactos son variados dependiendo del sitio, topografía y otras características físicas, biológicas y ecológicas, así como de las fases de instalación y mantenimiento de la construcción, y patrullaje periódico en el área.

En términos de la temporalidad de los impactos, éstos deben ser analizados en diferentes fases. Por principio, con la apertura de caminos y brechas (desmonte, destrucción de vegetación, bloqueo o desvío de cauces de agua); durante la construcción e instalación de barreras y otra infraestructura (uso de maquinaria pesada, transporte de materiales y personal de construcción; excavación para instalación de cimientos, construcción de bases militares y helipuertos); al realizar patrullajes periódicos o continuos, diurnos o nocturnos, de vehículos oficiales, helicópteros, vehículos de todo terreno. Incluso cuando la infraestructura instalada requiere mantenimiento.

Los impactos también dependen de la estación de año. En especial durante el verano cuando las lluvias torrenciales llegan al desierto de Sonora, acarrean agua y materiales orgánicos e inorgánicos (residuos) en los cauces, arroyos y ríos de la región.

La infraestructura fronteriza que bloquea o desvía cauces de agua puede provocar inundaciones, erosión y, en general, evita la forma natural en la que la lluvia es absorbida por el suelo y transportada por los cauces. Ello tiene consecuencias en sitios cerca o incluso lejos de la línea fronteriza. Por ejemplo, el bloqueo del río Santa Cruz causó inundaciones y pérdidas humanas y económicas en la ciudad de Nogales, Sonora.

Existen ocasiones en las que la infraestructura no impide físicamente el paso de la fauna silvestre, como las barreras vehiculares o el vuelo de las aves por encima de las barreras; sin embargo, los impactos pueden ser visuales, auditivos o físicos, y no siempre evidentes para los humanos.

Los efectos visuales pueden ser desde la construcción de barreras que impiden la vista, y por ende el paso natural de especies de fauna silvestre que viajan a través de la frontera internacional dentro de sus propios territorios, hasta los efectos de luces de alto poder en sitios donde anidan y descansan especies migratorias como aves o murciélagos. Un ejemplo es el área de conservación Río San Pedro, que nace en Cananea, Sonora, y fluye hacia el norte, cruzando la frontera internacional, donde es un área natural protegida a la que llegan especies de aves y murciélagos migratorios a descansar. Actualmente, la infraestructura fronteriza en este sitio incluye barreras vehiculares, por lo que se asume el libre paso de animales terrestres y voladores; sin embargo, la instalación de luces de alto poder y generadores, crean impactos auditivos que evitan a esos animales anidar, perchar y simplemente usar el sitio de la forma que solían hacerlo antes.

Los impactos auditivos incluyen el patrullaje continuo con vehículos y helicópteros, el ruido de generadores, o los sonidos de personal, maquinaria y materiales durante la construcción de la infraestructura. Aun sin barreras físicas, pueden existir sitios donde el ruido amenaza y espanta a los animales en esa región, afectando sus movimientos naturales de cacería, dispersión, o establecimiento de nuevos territorios.

La infraestructura fronteriza puede llegar, incluso, a afectar la adaptación temporal al cambio climático, evitando movimientos estacionales desde sitios de baja elevación durante el verano a otros de mayor elevación, donde la temperatura no es tan alta.

Sergio Avila Villegas
Museo del Desierto Arizona-Sonora, Tucson, Arizona

Correo-e: [email protected]