Comunidades indígenas y campesinas en México
Javier Bautista de la Torre y Pedro Álvarez Icaza
México enfrenta la Covid-19 con instituciones de salud colapsadas. Los contagios y las defunciones han superado ampliamente las previsiones iniciales del gobierno. Muchas comunidades se han resguardado tanto como han podido, reduciendo sus actividades y reuniones, pero en las numerosas regiones donde se enfrentan a megaproyectos, éstos han permanecido, intensificando su actividad.
El seguimiento de la “jornada nacional de sana distancia” al inicio de la pandemia generó graves problemas económicos en las comunidades. Se teme que la reapertura económica en las ciudades favorezca la expansión de la pandemia en círculos concéntricos hacia comunidades rurales, donde los contagios han llegado después de la propagación urbana de la epidemia. El desgaste económico crece y se enfrentan crisis alimentarias que empujan a indígenas y campesinos a trabajar fuera de sus pueblos.
La dependencia excesiva de subsidios del gobierno ha resultado contraproducente para muchas comunidades, promoviendo el abandono de la agricultura. Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), las zonas con mayor marginación coinciden con las zonas de más alta biodiversidad. La población rural mexicana es muy vulnerable: en 91 por ciento de las comunidades menores a 2 mil habitantes, 41 por ciento tiene más de 60 años, 16.4 por ciento está en pobreza extrema y los menores padecen desnutrición crónica, 29 por ciento tiene diagnósticos de diabetes y sobrepeso, 45 por ciento sufre hipertensión, no hay médicos y las brigadas de salud han dejado de visitar los pueblos. Quienes enferman gravemente deben trasladarse en transporte público, aumentando el riesgo de contagio. La información que provee el gobierno no es útil, faltan explicaciones sobre la pandemia y las medidas de salud física y mental a adoptar. La mayoría de las clínicas Covid se encuentran a distancias de entre dos a cinco horas de las comunidades y muchos ignoran su ubicación.
Según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México, en agosto de 2020 la taza de letalidad de quienes en México enferman de Covid-19 era de 13 por ciento, entre los indígenas estaba entre 18 y 21 por ciento.
Javier Bautista de la Torre y Pedro Álvarez Icaza
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