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La urgente descarbonización del sector transporte

Mariana Gutiérrez Grados, Analuz Presbítero García, Jorge Villarreal Padilla

Desde 1970, las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) del sector transporte han aumentado a un ritmo mayor que el de cualquier otro sector de uso final de la energía debido al alto consumo de combustibles fósiles.

Tan solo en la última década, el sector transporte ha contribuido con 14 por ciento de las emisiones mundiales de GEI en promedio, siendo el terrestre el principal emisor, seguido del marítimo y la aviación, que contribuyen con 2.2 por ciento de dichas emisiones (UNEP, 2020).

En América Latina, donde el 81 por ciento de la población vive en zonas urbanas (ONU, 2018), se tienen tasas de motorización relativamente bajas, pero esta situación está cambiando hacia una mayor dependencia del automóvil particular.

Por ejemplo, ciudades como Guadalajara (México), Brasilia (Brasil) y Caracas (Venezuela) cuentan con casi 400 automóviles por cada mil habitantes (Moscoso et al., 2019). Para una descarbonización profunda del sector, es necesario revertir esta tendencia y lograr que la flota existente sea lo más carbono-neutra posible.

Las emisiones del sector de los transportes en México

En nuestro país, el sector transporte emite alrededor de 171.3 MtCO2e (de un total de 683 MtCO2e), lo que equivale aproximadamente al 25 por ciento de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. En las contribuciones de México al Acuerdo de París (NDC) se establece como línea base que las emisiones del sector llegarían en 2030 a 250 MtCO2 si no se aplican acciones y políticas de mitigación.

Como parte del compromiso no condicional para 2030, las emisiones del sector no deberán pasar de 205 MtCO2. Si se cumple este objetivo, estarán reduciéndose 45 MtCO2e con respecto a la línea base* (Semarnat 2020).

Dentro de las medidas a implementar en el sector transporte, la NDC 2020 enlista:

  • El fortalecimiento de la normativa para vehículos automotores (tanto la norma de eficiencia para bajar consumo de combustible como la de emisiones para bajar emisiones de carbón negro).
  • El impulso a sistemas alternativos de transporte.
  • El fomento de programas de transporte limpio.
  • El desarrollo e implementación de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica.
  • La planeación urbana orientada a sistemas de transporte público eficiente.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el 99 por ciento de las emisiones del sector transporte a nivel nacional está asociado a combustibles derivados del petróleo (INECC, 2018).

Por lo tanto, las medidas implementadas para reducir las emisiones deberán enfocarse en contrarrestar esta dependencia y buscar la eficiencia energética del sector mediante políticas que desincentiven el uso del transporte motorizado, incrementen la eficiencia en el transporte de carga y se acelere la introducción de nuevas tecnologías como los vehículos híbridos y eléctricos.

Algunas oportunidades de mitigación en el sector

Algunas de las medidas más relevantes para contribuir a la descarbonización del sector transporte que nos permitan avanzar en el cumplimiento de nuestros compromisos de París se describen a continuación.

Eficiencia vehicular

Es imperativo contar a la brevedad con una regulación estricta (NOM-163-Semarnat) que limite sustantivamente los niveles de emisión de CO2 en la nueva flota de vehículos ligeros y mejore el rendimiento de combustible promedio de los vehículos nuevos que se venden en México.

Una normatividad adecuada permitiría reducir por lo menos 20 Mt de CO2 antes de 2030 y sería la medida más costo-efectiva de todas las que puede implementar la administración actual.

La propuesta de actualización de la NOM-163 está en discusión y negociación entre la Semarnat, la Secretaría de Economía, el sector industrial y el académico, y los grupos de la sociedad civil que han trabajado estos temas desde hace muchos años.

Los representantes del gobierno tienen la oportunidad de hacer lo correcto y romper con la captura regulatoria que la industria automotriz y del transporte ha tenido de las autoridades por muchos años.

Una vez más, la industria automotriz está proponiendo condiciones que, de aceptarse, quitarían toda efectividad a la norma y México se rezagaría una vez más con respecto a otros muchos países.

Por otro lado, la publicación de una adecuada norma de eficiencia vehicular le permitiría al presidente Andrés Manuel López Obrador contar con su primera gran medida para combatir el cambio climático. Medidas como Sembrando Vida y la Repotenciación de las Hidroeléctricas, en el mejor de los casos, tendrían juntas un potencial de mitigación a 2030 de menos de la mitad que la NOM-163 por sí sola.

Por último, una buena NOM-163 ayudaría al control de la demanda del consumo de gasolinas, contribuyendo a disminuir el volumen de gasolinas que deben importarse del extranjero, un objetivo prioritario para el presidente.

Reducción de las emisiones de carbón negro

Las metas de reducción de emisiones de México ante el Acuerdo de París incluyen reducir antes de 2030 el 51 por ciento de las emisiones de carbón negro u hollín producido por la quema de combustibles fósiles como el carbón y el combustóleo para generar electricidad, o bien por el consumo de diésel en camiones de carga y de pasajeros.

En el caso del sector transporte es indispensable y urgente que no se siga posponiendo la entrada en vigor de la NOM-044-Semarnat-2017. Esta norma regula las emisiones de contaminantes provenientes de vehículos pesados a diésel, tema en el que nuestro país tiene más de una década de rezago con respecto a otros países.

La correcta implementación de esta norma equipararía en 2022 los estándares mexicanos con los niveles de emisión adoptados en Estados Unidos desde 2010 (estándares EPA-2010) y Europa desde 2015 (estándares EURO VI).

Esta norma permitirá reducir hasta 81 por ciento de carbono negro en vehículos pesados a 2035 (sobre BAU), en las emisiones de camiones nuevos de carga y de pasajeros. Además, tendrá un impacto sustantivo en la mejora en calidad de aire al reducir 91 por ciento de PM2.5 a 2035 (sobre BAU) y otros contaminantes criterio, evitando hasta 6 mil 200 muertes al año para el mismo periodo.

Cambio modal y movilidad sustentable

La estrategia de descarbonización del sector transporte deben enmarcarse en el esquema denominado: evitar-desplazar-mejorar (avoid-shift-improve).

Este marco permite considerar medidas de mitigación dentro de un diseño de desarrollo urbano y movilidad sustentable que procure evitar los viajes de pasajeros y el movimiento de cargas, reduzca las distancias y desplace los viajes necesarios a modos de transporte más sostenibles, por ejemplo, de transporte individual a transporte público masivo o movilidad activa; además de mejorar la eficiencia energética e incrementar la electromovilidad (Gutiérrez-Grados et al., 2020; Martínez et al., 2020).

Las estrategias para evitar viajes y reducir distancias deben desempeñar un papel significativo en el desarrollo del sector, ya que disminuyen el nivel de actividad y proveen mejor acceso a servicios y oportunidades en regiones menos conectadas.

Algunas de estas estrategias son: cargos de congestión, zonas libres de autos o de bajas emisiones y velocidad, así como políticas de estacionamiento, entre otras. (Gutiérrez-Grados et al., 2020; Martínez et al., 2020).

Adicionalmente, las medidas de descarbonización requieren priorizar proyectos e inversiones públicas de movilidad urbana sustentable a favor del transporte público y el no motorizado para cambiar la distribución modal, asegurando la articulación de la planeación del transporte, el desarrollo urbano, la vivienda y la movilidad.

También es importante multiplicar el número de ciclopistas, empezando por establecer como definitivas las emergentes que se instalaron en varias ciudades del país. Igual de importante es avanzar con el diseño de nuevos lineamientos para la elaboración de planes urbanos y metropolitanos que integren a la movilidad sustentable como uno de los elementos clave del desarrollo de todas las ciudades.

Las estrategias para mejorar los viajes se enfocan a la mejora del desempeño de los vehículos para reducir externalidades negativas, que incluye la electrificación como una de las principales medidas.

La eficiencia vehicular, junto con una mayor penetración de electromovilidad, el cambio modal y la gestión de demanda pueden contribuir a reducir la demanda energética y la intensidad de carbono del sector entre 66 y 80 por ciento para estar en línea con el cumplimiento de los objetivos de largo plazo del Acuerdo de París.

*Cabe destacar que el cálculo de la línea base de la NDC 2020 fue modificado respecto al de 2015. La línea base considera factores de emisión por actividad económica, estimados a partir de las previsiones de crecimiento económico y de los datos oficiales disponibles, por lo que, en términos absolutos, el escenario tendencial estimado para 2030 pasó de 973 a 991 MtCO2e en la última versión del NDC.

Fuentes consultadas:

Climate Transparency. 2020. Mexico’s Country Profile. Berlin: Climate Transparency. En línea. Disponible en https://www.climate-transparency.org/countries /americas/mexico. Consultado el 23 de septiembre de 2021.

Gutiérrez-Grados M, Martínez N, Villarreal J. 2020. Making transport Paris-compatible: a contribution to the debate on electromobility in the automotive sub-sector of Mexico. ICM / Climate Transparency. En línea. Disponible en https://www.climate-transparency.org/wp-content/uploads/2020/04/CT-Decarbonization-Transport-Mexico-DIGITAL.pdf. Consultado el 23 de septiembre de 2021.

Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). 2018. Ruta de descarbonización sector transporte. En línea. Disponible en http://cambioclimatico.gob.mx:8080/xmlui/handle/publicaciones/236.

Martínez N, Sierra L, Jano-Ito M et al. 2020. Rutas sectoriales de descarbonización para México a 2030 y proyecciones a 2050: documento de política. ICM, Carbon Trust, WRI México. En línea. Disponible en http://www.iniciativaclimatica.org/wp-content/uploads/2020/08/Rutas-sectoriales-de-descarbonizacio%CC%81n-para-Me%CC%81xico_Documento-de-Poli%CC%81tica-1.pdf. Consultado el 23 de septiembre de 2021.

Moscoso M, van Laake T, Quiñones L, Pardo C, Hidalgo D (eds.). 2019. Transporte urbano sostenible en América Latina: evaluaciones y recomendaciones para políticas de movilidad. Despacio: Bogotá, Colombia. En línea. Disponible en https://www.despacio.org/wp-content/uploads/2020/02/SUTLac-ESP-05022020-web.pdf. Consultado el 23 de septiembre de 2021.

Organización de las Naciones Unidas (ONU). 16 de mayo de 2018. “Las ciudades seguirán creciendo, sobre todo en los países en desarrollo”. ONU / Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. Nueva York. En línea. Disponible en https://www.un.org/development/desa/es/news/population/2018-world-urbanization-prospects.html. Consultado el 23 de septiembre de 2021.

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). 2020. Contribución determinada a nivel nacional: México. Gobierno de México / Semarnat. En línea. Disponible en https://cambioclimatico.gob.mx/contribucion-determinada-a-nivel-nacional-actualizacion-2020/. Consultado el 23 de septiembre de 2021.

Sierra-Brozon L, Jano-Ito M, Olea Tinoco F et al. 2020. National carbon budget for Mexico and 2030 decarbonisation pathways. ICM / WRI / UK PACT. Ciudad de México. En línea. Disponible en http://www.iniciativaclimatica.org/wp-content/uploads/2020/ 11/NationalCarbonBudgetMX_2020.pdf. Consultado el 23 de septiembre de 2021.

United Nations Environment Programme (UNEP). 2020. Emissions Gap Report 2020. En línea. Disponible en: https://www.unep.org/es/emissions-gap-report-2020.

Mariana Gutiérrez Grados, Analuz Presbítero García, Jorge Villarreal Padilla
Iniciativa Climática de México, AC
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