Restauración hidrológica y reforestación de manglares
Claudia Teutli Hernández, Jorge Alfredo Herrera Silveira, Francisco Comín y Xavier Chiappa-Carrara
A pesar de que México es el quinto país con la mayor cobertura de manglar a nivel mundial distribuida en los 17 estados costeros del país en ambos litorales, las actividades humanas (el turismo, agricultura, ganadería, acuicultura, destrucción de hábitat para desarrollo urbano, la sobre explotación de los recursos naturales, etc.) han reducido la cobertura de los ecosistemas de manglar.
La magnitud y cobertura de los impactos están relacionados con la intensidad y tipo de actividades socioeconómicas de cada región costera del país. En consecuencia, México presenta 9 mil 680 hectáreas de manglar degradado y hay una necesidad urgente de desarrollar acciones de restauración.
Estas acciones se reflejan en la cantidad de proyectos que se han y se están realizando a nivel nacional, siendo la reforestación la principal actividad, seguida de la restauración hidrológica por medio de la apertura de canales, y modificaciones topográficas (tarquinas, chinampas).
Sin embargo, no se conoce el éxito de estos proyectos, debido a la falta de datos duros y continuidad de los mismos.
El involucramiento de las comunidades en las que se planee llevar a cabo dichas actividades de restauración o reforestación es fundamental para asegurar su éxito, la duración y alcanzar las metas que se propongan para cada área.
Es necesario que cada uno de los proyectos de restauración que se planteen sean desarrollados con una estrategia sólida e integral; con métodos de seguimiento y documentación que consideren que el grupo de trabajo debe estar conformado por diferentes sectores, de manera que asegure una gobernanza adecuada y cohesión durante todo el proyecto.
Además, se recomienda contar con un grupo técnico multisectorial, integrado por miembros de la comunidad local, organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas (cuando sea el caso), colectivos sociales, académicos, representantes de las instancias gubernamentales a nivel estatal y municipal. Y ello es necesario porque cada sector aportará diferentes fortalezas al proyecto para su ejecución, lograr que sea socialmente aceptable, ecológicamente funcional y económicamente viable.
Cabe destacar que, si bien se han desarrollado una gran cantidad de actividades de restauración en todo el país, los resultados no se ven reflejados en las hectáreas recuperadas, ni en el avance del conocimiento del tema a pesar de que la inversión en dichos proyectos ha sido cuantiosa.
Además de contar con una estrategia y planeación definidas, se sugiere no optar directamente a la reforestación. La estrategia debe contener elementos históricos y de contexto actual que permita tomar la mejor opción antes de impactar un ecosistema.
Lo ideal es que la estrategia sea parte de elementos de la política pública, como los planes de desarrollo estatales y municipales. Y que además aborde actividades relacionadas, no solo con la restauración de los manglares, sino también en la adaptación al cambio climático por su capacidad de captura de carbono. Se ofrecería así una opción para el cumplimiento de metas nacionales e internacionales a las que México se ha comprometido, como el Acuerdo de París.
El panorama parece ser incierto a la luz de los compromisos que México tiene a nivel mundial. Como el reto Bonn Challenge, donde se comprometió a restaurar 8.5 millones de hectáreas para el 2020. Además de la declaratoria de la “Década de las Naciones Unidad para la Restauración de los Ecosistemas 2021-2031”.
Hasta hoy, no se cuenta con información clara acerca de las hectáreas que se han restaurado. Como la evaluación de proyectos de restauración de manglares es complicada, a pesar de que hay documentos científicos publicados, la información que proporcionan es presentada de manera particular, no integral. En resumen, todo proyecto debe incluir aspectos ecológicos, sociales y económicos.
Hacemos la sugerencia y llamado a los actores que estén trabajando en la restauración ecológica de manglares a basarse en la teoría de la restauración ecológica. Entendiendo y aplicando conceptos básicos que permitan evaluar patrones y procesos de recuperación del ecosistema de manglar.
Este acercamiento y entendimiento de los procesos podría llevar a mejorar las estrategias, objetivos y técnicas de restauración de manglares. Y quizás a reducir la variabilidad de los resultados mediante la estandarización y documentación puntual de cada esfuerzo, así como la generación de indicadores reales del componente social y económico.
Claudia Teutli Hernández
Investigadora ENES-UNAM, Laboratorio de producción primaria, Cinvestav
Correo-e: [email protected]
Jorge Alfredo Herrera Silveira
Departamento de Recursos del Mar, Cinvestav, Mérida
Correo-e: [email protected]
Francisco Comín
Catedrático de historia e instituciones económicas, Universidad de Alcalá
Correo-e: [email protected]
Xavier Chiappa-Carrara
Profesor adscrito a la UMDI-Sisal y tutor de posgrado en Ciencias del Mar y Limnología y en Ciencias Biológicas, UNAM
Correo-e: [email protected]