La problemática del agua en región de La Paz, Baja California Sur — ecologica
Usted está aquí: Inicio / Artículos / La problemática del agua en región de La Paz, Baja California Sur

La problemática del agua en región de La Paz, Baja California Sur

Mara Yadira Cortés Martínez, Jobst Wurl, José Antonio Pérez Venzor, Karen Velázquez Pedroza, Yersinia Olvera Vidal, Francesca Pancaldi, Enrique Troyo Diéguez, Janette Magali Murillo Jiménez, Alejandra Irasema Campos Salgado y María Z. Flores López

“El agua y la energía son fundamentales para el desarrollo de las sociedades. De su disponibilidad o carencia se derivan modos de vida, estructuras económicas y la calidad de nuestros entornos naturales y artificiales.
En una región donde el agua potable proviene de fuentes subterráneas es imposible extraerla sin energía y, de manera similar, los procesos de obtención de energía requieren agua.”

 

Baja California Sur (BCS) es un estado especial con relación al resto de las demás entidades de la República, pues en cuanto a su ubicación geográfica está dentro y fuera de los trópicos, su territorio es alargado y angosto y está rodeado por mares con comportamientos muy distintos uno del otro, lo cual lo coloca en una posición sumamente difícil en cuanto al conocimiento de cuánta agua de lluvia podría disponerse con anticipación.

O se tiene una sequía catastrófica o una serie de chubascos y crecidas incontrolables que, en su mayoría, van y descargan enormes cantidades de agua dulce al mar.

Existe otro aspecto muy importante a considerar con relación al uso del agua en BCS: si por algún mal manejo del agua, ésta se deja libremente expuesta a la atmósfera, la cantidad de agua que se evapora es 10 veces mayor de la que llueve, por lo tanto, es imprescindible almacenar y conducir el agua bajo condiciones de extrema precaución para evitar pérdidas abruptas de un recurso escaso.

El crecimiento de los asentamientos humanos irregulares en la ciudad de La Paz (ubicados generalmente en laderas, cauces y a un costado de arroyos) y la presencia de infraestructura subterránea de servicios de saneamiento (drenajes y fosas sépticas), incrementan la vulnerabilidad.

Por ello, la planificación territorial debe tomar en cuenta todos estos factores para minimizar al máximo la ocurrencia de desastres en el futuro.

En la cuenca de La Paz la precipitación y las escorrentías superficiales son escasas. La mayoría de las fuentes de agua se encuentran en el subsuelo y tienen una lenta renovación (de cientos o miles de años). De aquí que sea muy importante conocer sus características, así como su régimen de abastecimiento o recarga natural. La bahía y la laguna de La Paz tienen un impacto directo en las cuencas hidrográficas aledañas, debido al aporte de materiales sólidos o en disolución que son transportados por escorrentías temporales o torrenciales.

Los materiales de origen natural que son aportados a estos cuerpos de agua son sedimentos generados de la desintegración de rocas preexistentes por procesos de erosión e intemperismo. Estos sedimentos contienen una gran variedad de elementos, los cuales cada uno de estos tiene un potencial de disolución diferente y que dependiendo de las características físico-químicas del agua con la cual entra en contacto, será el tiempo de disolución pudiendo ser inmediato o a largo tiempo. Una vez depositados los sedimentos en estos cuerpos de agua, liberan sus componentes.

En la actualidad, no existen datos suficientes para realizar estudios hidrológicos e hidráulicos a profundidad en la cuenca de La Paz y con frecuencia se tiene que hacer uso de la modelación para poder generar proyecciones a futuro. Las estaciones climatológicas que recaban diariamente datos de temperatura, lluvia son insuficientes en densidad y muchas de ellas se encuentran inoperantes.

No existen estaciones hidrométricas en BCS que midan la escorrentía en nuestros cauces y existen escasas estaciones meteorológicas automáticas (EMA) instaladas en el estado, lo cual dificulta tener datos reales con frecuencia horaria.

En el caso de La Paz, la escasez de agua en las zonas urbanas y suburbanas obedece a que la ciudad presenta un déficit de 100 litros de agua por segundo, en parte, por problemas derivados de la extracción, falta de sectorización ordenada y fugas.

Además, existen problemas técnicos, azolve de pozos y obsolescencia (rupturas y colapsos estructurales) de tuberías de una red pública antigua y envejecida, cuya modernización requiere de una elevada inversión en infraestructura hidráulica y tanques de almacenamiento. Además, la distribución de agua en tanques (pipas) en zonas suburbanas y rurales es caótica y carece de una regulación administrativa que controle los costos, todo ello conlleva carestía de recursos para grupos marginados.

La bahía de La Paz fue durante muchos años un ambiente prístino. La creciente actividad turística y el auge inmobiliario han influido en el alto crecimiento poblacional ocasionando que se construyan zonas habitacionales y comerciales en áreas poco aptas para ello, como en la zona de Chametla donde cada vez más se observan construcciones en zonas de planicie de inundación.

El sistema hidrológico superficial en dicha planicie está siendo modificado actualmente como resultado de las construcciones, las cuales realizan un levantamiento del terreno a fin de reducir el efecto del salitre, lo que ocasiona una modificación en los cauces naturales de los arroyos. Esta situación afecta el aporte de los sedimentos hacia la laguna.

La contaminación en el medio marino se ha convertido en un problema mundial debido a los crecientes niveles de sustancias tóxicas y sus impactos en la biota y la salud humana. Estas sustancias pueden llegar de forma natural como resultado de procesos biogeoquímicos, como erosión, desgaste de rocas, erupciones volcánicas y ventilas hidrotermales, o pueden provenir de fuentes humanas como la minería, industria, incineración, agricultura y acuicultura.

Algunas sustancias pueden ser extremadamente tóxicas para los seres vivos por su persistencia y capacidad para acumularse en la red trófica o alimentaria, lo que representa una seria amenaza para la diversidad, la abundancia de especies y la salud humana.

En el tema de saneamiento, por ejemplo, para la ciudad de La Paz se cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales que está llegando a su límite de capacidad. Es necesario por tanto diseñar un plan de saneamiento para atender la demanda futura e impedir la contaminación del mar por descargas inadecuadas.

También es necesario construir infraestructura complementaria que permita la recolección de las aguas residuales en las zonas de expansión de la ciudad y la implementación de un programa robusto de reúso de agua tratada para destinarla a usos compatibles o para la recarga artificial de acuíferos.

En Baja California Sur contamos con 32 plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), el sistema de tratamiento biológico que más predomina en el estado son lodos activados con 18 y con 14 lagunas de estabilización. La capacidad instalada es de 2 mil 071.3 l/s y con un caudal tratado de 1 mil 636.5 l/s.

Es importante señalar que, si una PTAR se encuentra deteriorada, ya sea por el tiempo de vida útil, o por falta de mantenimiento, la calidad del agua puede verse afectada, así como por una mala operación, resultando que se reutilice agua tratada con valores por arriba de la normatividad aplicable.

Las necesidades de inversión en el sector del agua potable y saneamiento son enormes, y se debe trabajar en la gestión de las aguas residuales en la región, programas masivos para su captación y tratamiento. A medida que las ciudades siguen creciendo, existe la oportunidad de asegurar que se realicen inversiones de la manera más sostenible y eficiente posible.

El desarrollo urbano futuro necesita enfoques que minimicen el consumo de los recursos y que se centren en la recuperación del recurso, siguiendo los principios de la llamada economía circular.

Finalmente, el Organismo Operador de Agua Potable en el municipio de La Paz se encuentra en un estado financiero crítico, con deudas generadas de antaño y pocos ingresos. No se tiene una micromedición universal del consumo de agua en las viviendas y la macromedición también es deficiente. El costo de la tarifa de agua potable es excesivamente bajo para las condiciones de aridez que vive nuestro estado.

También las redes de tuberías de agua potable se encuentran colapsadas y con alta presencia de fugas (en La Paz del orden del 40-50 por ciento) lo cual promueve que el agua se desperdicie y no llegue a su destino final que es el domicilio de los usuarios.

Vacíos de información detectados

Desconocer los recursos naturales en cantidad, calidad y distribución hace difícil tomar decisiones oportunas y concretas, por ello es importante conocer la vocación de un terreno, para saber si será capaz de soportar un determinado impacto ambiental.

Algo que aparentemente traerá beneficios puede producir problemas de gran magnitud con el entorno si no se analiza previamente.

Se necesita con premura la elaboración de estudios de diagnósticos profesionales elaborados por hidrólogos e hidrogeólogos que conozcan la región y que involucren la realización de pruebas en campo para determinar la disponibilidad real de los principales acuíferos del estado.

Mientras se siga confiando en estudios sin trabajo de campo que los sustente, las cifras relacionadas a nuestras cuencas y acuíferos (recarga, intrusión, extracción) tendrán poca fiabilidad y certidumbre.

A pesar de contar con un portal de transparencia en las diversas dependencias gubernamentales, no se tiene la suficiente información respecto a la mayoría de los parámetros que rigen al agua, mismos que no se publican.

Propuestas de cambio

  • Determinar los volúmenes de agua superficial y subterránea en las cuencas hidrográficas que drenan a la bahía y laguna de La Paz.
  • Identificar la correlación entre el aporte del agua superficial y subterránea por las cuencas hidrográficas de influencia a la bahía y laguna de La Paz, y la presencia y estabilidad de los ecosistemas marinos en esos cuerpos de agua marina.
  • Identificar fuentes potenciales de contaminación del agua y sedimentos de los cuerpos de agua de la bahía y laguna de La Paz, a través del análisis elemental de los sedimentos de arroyos, playas, planicies de inundación, zonas de manglar y fondo marino, del análisis elemental del agua residual de la planta generadora de electricidad CFE, de la planta minera Roca Fosfórica Mexicana, de las plantas desaladoras privadas, del agua de pozos playeros y del agua hidrotermal.
  • Incluir el aprovechamiento y reúso del agua en la planeación urbana.
  • Monitoreo de los desechos producto de la desalación en algunos sitios costeros para la obtención de agua potable, como en la costa de la península de Pichilingue.
  • Elaboración de un dictamen consensuado sobre la factibilidad y riesgos de plantas desalinizadoras.
  • Generación de un catálogo de propuestas de obras de recarga.
  • Traducción a lenguaje ciudadano de indicadores de sequía, mediante manuales para usuarios, trípticos y boletines informativos en medios de difusión.

 

Mara Yadira Cortés Martínez, Jobst Wurl, José Antonio Pérez Venzor, Karen Velázquez Pedroza, Yersinia Olvera Vidal, Francesca Pancaldi, Enrique Troyo Diéguez, Janette Magali Murillo Jiménez, Alejandra Irasema Campos Salgado
y María Z. Flores López*

*Coordinadora de la mesa de trabajo:
María Z. Flores López
Correo-e: [email protected]