El oeste de Canadá declaró el 18 de agosto el estado de emergencia ante el empeoramiento de la crisis causada por centenares de incendios forestales que han obligado a la evacuación en las últimas horas de miles de personas.

David Elby, el primer ministro de la provincia de Columbia Británica, en el extremo occidental del país, anunció la declaración del estado de emergencia en una rueda de prensa en la que rogó a la población que cumpla con las órdenes de evacuación.

Las autoridades tomaron la decisión de declarar el estado de emergencia cuando el crecimiento de varios incendios obligó a ordenar la evacuación de 15 mil personas. Además, otras 20 mil fueron advertidas que en cualquier momento pueden verse obligados a abandonar sus hogares.

Más de mil incendios activos

La provincia tenía activos 388 incendios forestales y la situación empeoraba por las condiciones meteorológicas. En todo Canadá, que sufre su peor temporada de incendios forestales, están activos más de mil incendios.

El más grave afectó a las poblaciones de West Kelowna y Kelowna, a unos 300 kilómetros al este de Vancouver y con una población de más de 160 mil personas. Las llamas avanzaron con el paso de las horas y destruyeron varios edificios de las dos localidades.

Cierran aeropuerto internacional

El aeropuerto internacional de Kelowna tuvo que cesar sus operaciones y el espacio aéreo quedó restringido a las operaciones de lucha contra los incendios.

Mientras, en los Territorios del Noroeste, en el norte del país, las autoridades anunciaron que el 95 por ciento de los 20 mil habitantes de la ciudad de Yellowknife evacuaron la localidad.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se desplazó a la ciudad de Edmonton para visitar uno de los centros de acogida para los evacuados de Yellowknife.

Las llamas se acercan...

Las autoridades de los Territorios del Noroeste ordenaron la evacuación por la amenaza que representan cuatro incendios forestales que rodean la capital de la región.

Equipos de emergencia y las fuerzas armadas han crearon cortafuegos alrededor de Yellowknife y rociaron el terreno y edificios con líquido para protegerlos contra las llamas. Pero el fuego siguió.