Este año se han producido casi 2 mil 300 incendios forestales en Canadá y han consumido más de tres millones de hectáreas de bosque, cuando la media en la última década fue de mil 624 incendios y 254 mil 429 hectáreas consumidas, según el Ministerio de Recursos Naturales canadiense.

Los intensos incendios forestales en ese país cubrieron el noreste de Estados Unidos en una neblina distópica, volvieron el aire acre, el cielo gris amarillento y provocó advertencias para que las poblaciones vulnerables permanecieran en interiores y evitaran las actividades al aire libre.

Los efectos de cientos de incendios forestales que ardían en las provincias occidentales hasta Quebec se podían sentir en lugares tan lejanos, como la ciudad de Nueva York y Nueva Inglaterra, borrando los horizontes e irritando las gargantas.

Las autoridades estadunidenses emitieron alertas de calidad del aire. Se informaron condiciones brumosas y humo de los incendios forestales en toda la región de los Grandes Lagos desde Cleveland hasta Buffalo.

Una neblina humeante que se cernió sobre la ciudad de Nueva York, hizo que no se viera Nueva Jersey al otro lado del río Hudson y haciendo que el sol poniente pareciera un orbe rojizo.

En el área de Filadelfia, la noche trajo más neblina lavanda. Sal y Lilly Murphy, de Brooklyn, compararon el olor a quemado con una fogata. Dijeron que incluso podían oler el humo en el interior de un restaurante de Manhattan, luego caminaron afuera y vieron un cielo que parecía estar a punto de tormenta, pero que no llovía. Lilly usó una máscara para protegerse. “Da un poco de miedo”, dijo Sal Murphy.

El humo de los incendios ha estado flotando en los estados del noreste de Estados Unidos durante semanas, pero solo recientemente se ha notado en la mayoría de los lugares.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que los cielos nublados que estaban padeciendo por los incendios en Canadá “fueron difíciles de pasar por alto”, y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, alentó a los residentes a limitar las actividades al aire libre “a las necesidades absolutas”.

¿Qué sucedía?

El humo de los incendios forestales de Canadá se movió hacia los Estados Unidos desde el mes de junio. Los incendios más recientes cerca de Quebec ardieron varios días.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos advirtió sobre cielos nublados, visibilidad reducida y olor a madera quemada, y que el humo permanecería durante unos días en los estados del norte. “No es raro que tengamos humo de fuego en nuestra área. Es muy típico en términos del noroeste de Canadá”, dijo Darren Austin, meteorólogo y especialista principal en calidad del aire del Departamento de Gestión Ambiental de Rhode Island.

Pero, por lo general, el humo ha estado en el aire y no ha afectado la salud de las personas, dijo. Los incendios del área de Quebec son grandes y relativamente cercanos, a unos 500 a 900 kilómetros de Rhode Island.

Y como siguieron incendios forestales en Nueva Escocia, resultó en una alerta de calidad del aire de corta duración el 30 de mayo, dijo Austin. Jay Engle, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional con sede en Upton, Long Island. Dijo que la trayectoria del viento que permitió ver humo y condiciones de niebla en el área de la ciudad de Nueva York podría continuar durante días. Y así fue. Por supuesto, dijo, el principal impulsor de las condiciones son los incendios mismos. Si disminuyen, la neblina también lo haría.

¿Cuál es la mayor preocupación?

Las alertas de calidad del aire se activan por una serie de factores, incluida la detección de contaminación por partículas finas, conocida como PM2.5, que puede irritar gravemente los pulmones.

“Tenemos defensas en nuestras vías respiratorias superiores para atrapar partículas más grandes y evitar que lleguen a los pulmones. Estos son del tamaño adecuado para superar esas defensas”, dijo el Dr. David Hill, neumólogo en Waterbury, Connecticut, y miembro de la Junta Directiva Nacional de la Asociación Estadunidense del Pulmón.

“Cuando esas partículas llegan al espacio respiratorio, provocan que el cuerpo tenga una reacción inflamatoria”. Trent Ford, climatólogo estatal de Illinois, dijo que las condiciones atmosféricas en la parte superior del medio oeste que crean un clima seco y cálido, hicieron posible que pequeñas partículas viajaran cientos de millas desde los incendios forestales canadienses y permanecieran durante días. “Es un buen ejemplo de lo complejo que es el sistema climático, pero también de lo conectado que está”, dijo Ford.

¿Quién debe tener cuidado?

La exposición a niveles elevados de contaminación por partículas finas puede afectar los pulmones y el corazón. Las alertas de calidad del aire advierten a los “grupos sensibles”, los cuales incluyen a niños, adultos mayores y personas con enfermedades pulmonares, como asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Los niños, a quienes a menudo se les anima a salir y jugar, “son más susceptibles al humo por una serie de razones”, dijo Laura Kate Bender, vicepresidenta adjunta nacional de aire saludable de la asociación pulmonar. “Sus pulmones aún se están desarrollando, respiran más aire por unidad de peso corporal”.

¿Qué hacer cuando esto sucede?

Es un buen momento para posponer el trabajo en el jardín y el ejercicio al aire libre. Si sale, considere usar una máscara N95 para reducir su exposición a los contaminantes.

Quédese en su casa, manteniendo las puertas, ventanas y chimeneas cerradas. Se recomienda que haga funcionar el aire acondicionado en una configuración de recirculación. “Si tiene filtros en el sistema HVAC de su hogar, debe asegurarse de que estén actualizados y sean de alta calidad”, dijo Hill.

“Algunas personas, particularmente aquellas con una enfermedad pulmonar o cardíaca subyacente, deberían considerar invertir en purificadores de aire para sus hogares”.