Cómo la extracción de metano daña a bebés en el noreste de México — ecologica
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Cómo la extracción de metano daña a bebés en el noreste de México

Manuel Llano

El crecimiento en la demanda global de energía ha provocado en México y el mundo un aumento sin precedente en la extracción y consumo de metano, gas fósil al que erróneamente se le llama “gas natural”.

Bajo la narrativa de que es una fuente de energía “natural” y que puede ser usado a modo “de transición” por ser una alternativa más limpia frente a otros combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, su consumo se ha incrementado aproximadamente 30 por ciento cada década en los pasados cincuenta años.

Para 2019, de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el metano fue la segunda fuente de energía para la generación eléctrica (24 por ciento), solo después del carbón (37 por ciento).

El metano, principal componente del gas fósil, es el segundo gas de efecto invernadero (GEI) de mayor importancia en provocar el calentamiento global. Su tiempo de vida en la atmósfera es de aproximadamente 12 años; su potencial de calentamiento global en un lapso de 20 años es 82.5 veces mayor que el del dióxido de carbono (IPCC).

Además, es precursor del ozono troposférico, un contaminante que afecta los ecosistemas y la salud humana, principalmente con daños al sistema respiratorio. De las muertes por enfermedades respiratorias causadas por ozono a nivel global, 15 por ciento se le atribuyen al aumento de las concentraciones de metano.

Pero los riesgos asociados con el metano van más allá de su impacto en el cambio climático y en la tropósfera. La extracción de este gas, especialmente mediante la perforación y fracturación hidráulica de pozos de hidrocarburos, tiene serias implicaciones para la calidad del aire en el área de extracción. Y es que durante estos procesos se liberan una serie de compuestos orgánicos volátiles (COV) tóxicos, como benceno, tolueno, etil-benceno y xileno, conocidos por las siglas BTEX.

Estos COV son conocidos por ser teratógenos y disruptores endócrinos para los seres humanos. Es decir, que pueden atravesar la placenta durante el embarazo, exponiendo a sus efectos nocivos a los bebés que aún no han nacido, lo que puede resultar en malformaciones congénitas y otras afecciones al desarrollo fetal (McKenzie et al., 2014).

Éste es uno de los aspectos menos explorados sobre el mal llamado gas natural: las afectaciones ya no solo del metano como gas de efecto invernadero y precursor del ozono, sino en relación con los daños a la salud ocasionados a la población circundante a las áreas de extracción por causa de los COV liberados.

Para conocer más sobre estas afectaciones, desde la organización CartoCrítica, con apoyo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, realizamos una exploración geoestadística sobre los impactos al desarrollo fetal, particularmente sobre anomalías congénitas y genéticas en los recién nacidos, causados por la proximidad de los pozos de gas a las residencias de las madres embarazadas de la provincia petrolera de Burgos (ubicada en el norte de Tamaulipas, el noreste de Nuevo León y el margen noreste de Coahuila).

Para realizar este estudio recopilamos los datos sobre certificados de nacimiento y la ubicación y actividad de los pozos de gas del 2017 al 2021 de dicha provincia petrolera. Se analizaron más de 153 mil registros de nacimientos en los que la madre residía en Burgos.

De éstos se seleccionaron los casos en los que los recién nacidos presentaban alguna malformación congénita, deformidad o anomalía cromosómica, en relación con el resto de los nacimientos que no presentaban estas malformaciones.

Para evaluar el impacto de la proximidad a los pozos de gas en la salud de los recién nacidos, se utilizó un método llamado “distancia inversa ponderada” (IDW, por sus siglas en inglés). Este método toma en cuenta el número de pozos y la distancia entre estos y los centros de población, asignando un valor más alto a las localidades que están más expuestas a los pozos activos de gas.

El nivel de exposición se exploró en un radio de 10 millas (16.09 kilómetros), pues esta es la distancia a la que estudios similares han encontrado afectaciones en el desarrollo fetal provenientes de la extracción de gas en Colorado y Oklahoma, Estados Unidos, logrando así que los resultados sean comparables.

Así se pudo categorizar el nivel de exposición de cada localidad en baja, media y alta, o sin exposición para localidades más alejadas de los pozos activos.

El estudio reveló que las áreas con una alta concentración de pozos de gas tienen una mayor incidencia de malformaciones congénitas en recién nacidos. Los hallazgos más preocupantes son:

Sistema digestivo: los recién nacidos que viven cerca de pozos de gas tienen hasta 4.71 veces más probabilidades de presentar malformaciones en el sistema digestivo.

Sistema circulatorio: en estos casos, la probabilidad aumenta hasta 3.27 veces.

Fisura del paladar y labio leporino: la probabilidad es de hasta 2.44 veces más alta.

Órganos genitales: aquí, la probabilidad aumenta hasta 1.89 veces.

Estos resultados son consistentes con los estudios previos realizados en Colorado y Oklahoma, que también mostraron una asociación entre la actividad de pozos de gas y malformaciones congénitas.

En estos estados del vecino país, se encontró una asociación positiva entre la presencia de pozos de gas natural dentro de un radio de 10 millas de la residencia materna y malformaciones congénitas.

El 71 por ciento de la población de Burgos reside en áreas con niveles bajos, medios o altos de exposición a los pozos activos de gas natural. Aunque este estudio solo se enfoca en el riesgo de malformaciones congénitas, la exposición a los contaminantes puede afectar a toda la población, independientemente de su edad, género o estado de gestación.

En resumen, los datos identifican una asociación positiva entre la cercanía a los pozos de gas y el impacto negativo en la salud fetal; de confirmarse esta relación sería necesario revisar las regulaciones ambientales y de salud vigentes para el sector extractivo de hidrocarburos y corregirlas para proteger a la gente.

Los resultados de esta investigación están disponibles en: https://cartocritica.org.mx/wp-content/uploads/2023/06/Impactos-al-desarrollo-fetal-por-proximidad-a-pozos-de-gas-natural_230523FINAL.pdf

Bibliografía:

McKenzie LM, Guo R, Witter RZ, Savitz DA, Newman LS, Adgate JL. (2014). Birth outcomes and maternal residential proximity to natural gas development in rural Colorado. Environ Health Perspect 122:412–417. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1289/ehp.1306722, consultado en noviembre 2022.

Manuel Llano
CartoCrítica, AC