Ingrid y Manuel, a diez años del doble fenómeno hidrometeorológico
Centro Nacional de Prevención de Desastres
En septiembre de 2013, el efecto combinado de dos huracanes generó un intenso y prolongado temporal de lluvias. Por un lado, Ingrid en el golfo de México, y Manuel en el océano Pacífico.
Su interacción constituyó un fenómeno histórico que no se presentaba desde 1958 y que sin duda representa uno de los desastres más destructivos de la historia de nuestro país.
Durante la temporada de ciclones tropicales de 2013 se presentaron 32 eventos, de los cuales 18 fueron en el océano Pacífico y 14 en el océano Atlántico, considerándose en este último además un ciclón extratropical.
Sin duda, el evento de mayor impacto en términos sociales y económicos de ese año y uno de los más letales de la historia contemporánea del país fue la conjunción de Ingrid y Manuel, sobre todo en Guerrero, uno de los estados con mayor índice de marginación. Aunque sus estragos también se hicieron sentir en los estados de Sinaloa, Durango y Nuevo León.
El 15 de septiembre, Manuel tocó tierra en el puerto de Manzanillo en Colima, un día después, Ingrid impactó en Tamaulipas. En suma, se le atribuyen 21 entidades con declaratorias de emergencia o desastre y más de 400 municipios declarados en desastre; un estimado de 1 millón 677 mil 636 personas afectadas directamente y 157 defunciones, dentro de las cuales se contabilizan las causadas por deslizamiento de laderas.
Tal es el caso de La Pintada, en Guerrero, donde perecieron 71 personas. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el periodo de retorno para las lluvias dejadas por este fenómeno es de aproximadamente 1 mil años.
El monto económico de los daños estimados, tan solo en los estados mencionados anteriormente, superó los 31 mil 365 millones de pesos y fue Guerrero el que concentró casi tres cuartas partes del impacto total, que rebasó los 23 mil 441 millones de pesos.
Sinaloa con el 9.7 por ciento, que significó 3 mil 039 millones de pesos; Durango y Nuevo León representaron el 7.8 por ciento cada uno, con 2 mil 437 y 2 mil 445 millones de pesos, respectivamente.
La infraestructura económica que comprende los sectores de comunicaciones y transportes, la eléctrica y la urbana fueron las más perjudicadas ya que sufrieron el 58 por ciento del impacto económico del meteoro. Los sectores sociales (vivienda, salud y educación) acumularon el 34.7 por ciento.
Los efectos negativos del fenómeno se hicieron sentir en menor cuantía monetaria en los sectores productivos de las entidades señaladas, concentraron apenas el 4.4 por ciento, esto debido a que los daños y pérdidas se presentaron sobre todo a nivel micro, es decir, afectaron principalmente a pequeños productores.
Entre las principales afectaciones de este fenómeno se estiman alrededor de: 12 mil viviendas, 43 unidades de salud, 1 mil 582 planteles educativos, 19 mil 552 empresas o comercios y 151 mil 017 hectáreas agrícolas. Cabe señalar que 40 mil turistas quedaron varados en el estado de Guerrero, por lo que se implementó en tiempo récord un puente aéreo con la participación de las secretarías de Defensa Nacional, Marina y diversas empresas privadas. También fue utilizado para llevar alimentos y medicinas a la región.
Esto es un claro ejemplo de las acciones de atención de la emergencia que pueden realizarse con la colaboración de los sectores públicos, privados y sociales.
*El lector puede conocer más sobre los efectos sociales y económicos ocasionados por los huracanes en México en:
http://www.cenapred.unam.mx/PublicacionesWebGobMX/buscar_buscaSubcategoria.action
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