Estrategias comunitarias: el caso del ejido Alaquines, San Luis Potosí
Paola Montserrat Spíritu Ruiz
El 73 por ciento de la superficie ejidal de Alaquines está ocupada por bosques y selvas; dicha cubierta forestal, en conjunto, brinda diversos servicios ecosistémicos pues contribuye a la recarga de las cuencas hidrológicas del Pánuco y El Salado.
Estas comunidades se encuentran distribuidas entre los mil y mil 350 metros sobre el nivel del mar, en las zonas aledañas a la cabecera ejidal en San José del Corito y al norte de las localidades de Palo Hueco, Carrizalito de Trompeteros y Lagunita de San Francisco.
Estos sitios se caracterizan por la presencia de niebla y vientos húmedos provenientes del este, en un sustrato de lutitas, y con poca presencia de roca expuesta; los suelos son arcillosos por lo que existe una mayor retención hídrica y mayor profundidad que en el resto de los sitios.
El estrato arbóreo superior con altura mayor a los 20 m tiene dominancia de Liquidambar styraciflua, Quercus germana, Quercus furfuracea y Morus celtidifolia, las cuales cubren hasta el 80 por ciento del dosel.
En el estrato arbóreo inferior, de hasta 15 metros, dominan especies como Meliosma alba, Dendropanax arboreus, Xylosma flexuosa, Cinnamomum aff bractifoliaceum, Cercis canadensis, Bernardia dodecandra, Bauhinia chapulhuacania y Clethra macrophylla.
El estrato arbustivo de uno a cinco metros tiene dominancia de Eugenia xalapensis, y especies como Cestrum nocturnum, Diospyros riojae, Cnidoscolus multilobus y Daphnopsis mollis.
Esta estructura se asemeja a los registros hechos por Fortanelli, García y Castillo (2014) en el bosque de Copalillos, en Tamasopo, en la misma sierra; sin embargo, el índice de valor de importancia relativo de especies muestra la importancia de Eugenia xalapensis, Cnidoscolus multilobus y la presencia de Dhapnopsis mollis, Dendropanax arbóreos, Cestrum sp., consideradas por Rzedowski (1961) especies de vegetación secundaria en estas comunidades y, por lo tanto, evidencia un nivel de afectación causado posiblemente por el ramoneo constante del ganado.
Y es que la actividad ganadera es la principal fuente de ingresos de las familias y, junto con el sistema milpa ocupan el 11 por ciento de la superficie ejidal. Por ello, es fundamental establecer modelos que limiten la expansión de esta frontera hacia las áreas de bosque.
Estos modelos buscarían disminuir las áreas deforestadas, evitar el ramoneo excesivo en las áreas de bosque y, por lo tanto, contribuir a la conservación de la cobertura forestal; todo ello mediante el mejoramiento de la productividad pecuaria y por lo tanto del ingreso familiar.
Una opción adecuada es el establecimiento de un sistema silvo-pastoril. Esta es una opción de producción pecuaria en la cual las plantas leñosas perennes (árboles y/o arbustos) interactúan con los componentes tradicionales de la ganadería (animales y plantas forrajeras herbáceas) bajo un sistema de manejo integral (Sagarpa, 2008).
En este estudio se presentan las estrategias comunitarias generadas para la conservación y aprovechamiento de los recursos forestales del ejido San José del Corito y Durazno, Alaquines, mediante un proceso de diagnóstico comunitario para la evaluación de la importancia del bosque dentro del modo de vida de los habitantes del ejido, así como la retroalimentación de información técnica sobre las comunidades vegetales, la estructura del paisaje y el conocimiento etnobotánico.
La presente investigación se basa en la participación comunitaria, el enfoque de modos de vida sostenibles, y la evaluación de recursos forestales y del paisaje para generar estrategias que, de forma directa o indirecta, estimulen la conservación y aprovechamiento sostenible de los bosques.
Todo esto, bajo un esquema que contribuya a la toma de decisiones informada y a mejorar el bienestar de las familias que son dueñas de estos recursos naturales.
Por ello también el proyecto incluye la creación de viveros de especies forestales, acompañamiento técnico para la ejecución de proyectos específicos y la creación de microempresas tales como una quesería donde se reproduzca el queso artesanal que se elabora en la zona.
Se propone además regular y mantener libre el acceso a los cuerpos de agua en tierras de uso común. La regulación de estas acciones se establece en el Artículo 108 del reglamento interno del ejido, en el que se prohíbe cercar los cuerpos de agua en tierras ejidales que no hayan sido asignadas a un particular (Sjcyd, 2014).
A su vez, se hace una propuesta por proteger estos cuerpos de agua mediante el mantenimiento de la cobertura vegetal que los circunda y que los representantes ejidales, el juez auxiliar y los asesores técnicos del ejido sean quienes se encarguen de llevar a cabo estas acciones.
Paola Montserrat Spíritu Ruiz
Facultad de Ciencias Químicas, Ingeniería y Medicina
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
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