La importancia de cuidar a los polinizadores y la polinización — ecologica
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La importancia de cuidar a los polinizadores y la polinización

María del Coro Arizmendi

Alrededor del 90 por ciento de las plantas con flor requieren la visita de un animal que las asista en la transportación del polen desde sus células sexuales masculinas hasta los estigmas y ovarios, partes sexuales femeninas. Así se lleva a cabo la reproducción sexual de las plantas.

Los animales que hacen este servicio son atraídos a las flores por la presencia de néctar y polen que utilizan para alimentarse y que es producido por las plantas para atraerlos.

Este proceso es muy importante para mantener la biodiversidad del planeta, conservar los ecosistemas y con ello la vida. También para muchos cultivos, pues la producción de muchas de las frutas y semillas que comemos depende completamente de que ocurra.

En México, cerca del 85 por ciento de los cultivos que utilizamos como parte de la alimentación requieren polinizadores. Su conservación es un asunto de seguridad alimentaria.

Sin embargo, los polinizadores se encuentran en riesgo no solo porque tanto en México como el mundo buena parte de los ecosistemas se han transformado primariamente en entornos urbanos, sino también por el desmedido uso de agrotóxicos en la agricultura.

¿Qué hacer para no perder los polinizadores?

La conservación del proceso de polinización y de los polinizadores es una responsabilidad de todos. Destacan en esta responsabilidad los tomadores de decisiones, dado que hay diversas acciones a nivel de políticas públicas que ayudarían a su conservación.

En el caso de las plantas cultivadas para consumo humano y para otros usos es muy importante que los gobiernos regulen y prohíban el uso de agrotóxicos ya que envenenan a los polinizadores (abejas, mariposas, colibríes y murciélagos).

En particular, las abejas se han visto fuertemente afectadas en las décadas recientes. Es necesario volver a los métodos agrícolas tradicionales, como la rotación de cultivos y los cultivos mixtos, a fin de reducir los requerimientos de plaguicidas.

Además, en caso de que el uso de plaguicidas sea indispensable, es necesario evitar su aplicación cuando las plantas están en floración y los polinizadores están en sus periodos de actividad.

En México se tiene que seguir generando información sobre los polinizadores y las plantas que requieren sus servicios, a fin de proponer políticas de conservación y de manejo de los ecosistemas.

Una política de apoyo a los estudios de ciencia básica dirigida específicamente a seguridad alimentaria es necesaria. Adicionalmente, garantizar la conservación de los hábitats naturales mediante la creación y mantenimiento adecuado de áreas naturales protegidas. Y poner en marcha e impulsar activamente los programas de protección de polinizadores y de sus plantas en los ecosistemas naturales.

Todo esto requiere políticas de inversión dedicadas a la ciencia básica y a los planes de manejo y conservación de áreas naturales protegidas.

Dado el proceso de urbanización acelerada, es necesario promover políticas para crear y conservar hábitats para polinizadores utilizando plantas nativas; esto les permitiría sobrevivir en estos ambientes altamente modificados.

Un ejemplo son los jardines para polinizadores, así como la restauración del hábitat en ciudades para convertirlos en espacios verdes. Por ejemplo, corredores verdes urbanos, donde el proceso de la polinización se conserva y donde se pueden realizar labores de educación ambiental con escuelas y ciudadanos en general.

En lo que se refiere a los cultivos de invernaderos, es muy importante no utilizar polinizadores exóticos, ya que en muchas ocasiones escapan y pueden afectar las poblaciones de los polinizadores nativos. En los abejorros que polinizan jitomate es común este proceso y ha llevado a la extinción a los abejorros nativos por competencia con los exóticos usados en los invernaderos.

Es necesario que desde los gobiernos federal, los estatales y locales se dé prioridad a la conservación de la naturaleza y los procesos clave que la mantienen, entre ellos la polinización. No puede haber desarrollo sin seguridad alimentaria.

Perder a los polinizadores nos quitaría dos de cada tres bocados que nos llevamos a la boca; nos quita prácticamente toda la ingesta de minerales y vitaminas esenciales para gozar de una buena salud. Sin este proceso, la humanidad se extinguiría sin importar si los combustibles son abundantes o tenemos movilidad y abundante disposición de otro tipo de productos.

La elaboración de medicinas estaría en peligro, dado que muchos de sus ingredientes activos vienen de las plantas que serían el primer eslabón, junto con los polinizadores, en desaparecer.

Los servicios ecosistémicos que provienen de los sistemas naturales dominados por estas plantas también desaparecerían. Es decir, la disponibilidad de agua y la regulación térmica y climática, por ejemplo, estarían en peligro claro.

Es necesario que desde el gobierno se tenga conciencia de esto y que se implementen programas de manejo, conservación y educación. Hay buenos ejemplos y buenas prácticas de gobiernos que se involucran en este tema. Uno solo: la Ciudad de México, donde se promovió el programa mujeres polinizadoras, donde se establecieron jardines de polinizadores en espacios públicos como los Pilares y parques, cuidados por habitantes locales que recibieron capacitación para hacerlo.

El programa de Jardines para la Vida fue desarrollado por el gobierno local con la asesoría y acompañamiento de la Universidad Nacional Autónoma de México. De la misma manera, se comenzó la restauración del Canal Nacional, uno de los pocos ríos a cielo abierto en donde se plantaron especies nativas muy gustadas por colibríes y donde se logró el regreso de una especie que ya era muy poco común en la ciudad: el colibrí cola pinta, que hoy puede ser observado comúnmente en el sitio.

Esfuerzos conjuntos pueden llevar a muy buenos resultados, pero es importante que estas acciones se conviertan en políticas públicas que garanticen el desarrollo sustentable en México.

María del Coro Arizmendi
FES Iztacala, UNAM
Correo-e: [email protected]