El Apocalipsis de los animales... y también el nuestro
Fabián Carvallo Vargas
“Amar un lugar no es suficiente.
Debemos encontrar maneras de sanarlo.”
Robin Wall Kimmerer
¿Alguna vez has estado en una huerta de aguacate? Sí, me refiero a aquellas que son fumigadas con todos los cócteles habidos y por haber de plaguicidas. En ellas hay tanta quietud que el silencio duele. El silencio es ensordecedor. No hay más organismos que los árboles de aguacate. Es un desierto... y como éste hemos creado muchos otros espacios desolados a lo largo del planeta.
Estamos aniquilando especies a lo largo y ancho de la Tierra. Rachel Carson lo supo desde el principio. En su libro, Primavera silenciosa, advierte de una hecatombe que estaba por venir.
La catástrofe que ocurre ante nuestros ojos, siendo testigos mudos y sordos, está en movimiento y se le puede nombrar de distintas formas. Podríamos hablar de una sexta extinción, de una aniquilación biológica o simplemente de una pérdida incontenible de biodiversidad.
Además de acabar con una innumerable cantidad de organismos, esto nos afecta como especie y no somos conscientes de ello, ya sea por apatía, ceguera ambiental, miedo a enfrentar la realidad o por simple y llano egoísmo.
Evidencia de lo anterior es la angustiante desaparición de los sonidos en los ecosistemas. Científicos de la ecología acústica han verificado durante casi medio siglo los sonidos de los ecosistemas; 70 por ciento de esa variedad sonora ya no existe más y con ello todas las especies que los producían.
Para entender la dimensión de nuestro impacto sobre la fauna y la flora silvestre deberíamos ubicarnos en el tiempo y el espacio. En este ejercicio, nuestros gobiernos deberían usar el estudio de los límites del planeta, realizado en 2009 por investigadores del Centro de Resiliencia de Estocolmo y la Universidad Nacional de Australia, como brújula para actuar.
Este estudio, uno de los más citados de la historia, explica los 10 valores límite para también 10 variables que se relacionan con el adecuado funcionamiento de nuestro mundo.
Uno de los tres límites del planeta que hemos rebasado es el umbral seguro de la biodiversidad. Básicamente los seres humanos hemos acelerado de manera vertiginosa la extinción global de especies. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES) explica qué hemos hecho los seres humanos para poner en riesgo una de cada cuatro especies en la Tierra.
Los cinco impulsores directos del cambio en la naturaleza son los siguientes: cambios en el uso de la tierra y el mar; explotación directa de organismos; cambio climático; contaminación, y especies exóticas invasoras.
En el caso del cambio en el uso de la tierra y el mar, los seres humanos hemos impactado brutalmente a la naturaleza debido a nuestros deseos y necesidades. La humanidad ha destruido 100 millones de hectáreas de bosques tropicales; en Latinoamérica, gracias a la ganadería; en Asia, sobre todo por las plantaciones de aceite de palma. Se podría englobar el tamaño del daño con la siguiente cita “Cerca de un tercio de la superficie terrestre del mundo y casi tres cuartas partes de los recursos de agua dulce disponibles se destinan a la producción agrícola o ganadera”, según la IPBES.
La explotación directa de organismos remite a la década de 1970, cuando se duplicó la población; ello elevó de forma desproporcionada la necesidad del uso de los recursos naturales, en particular la sobreexplotación desproporcionada de peces, mariscos y otros organismos de los océanos. Un tercio de los peces marinos está sobreexplotado y casi es insostenible el aprovechamiento de dos tercios de peces.
Asimismo, desde 1900 hemos perdido una gran cantidad de especies silvestres nativas; casi 700 especies de vertebrados se han llevado a su extinción desde el siglo XV; está a punto de desaparecer la macrofauna de todos los ecosistemas; y el ganado domesticado ha logrado superar en biomasa a todas las otras especies. Un maremágnum.
Del cambio climático se ha escrito mucho, pero no es suficiente, y si se piensa en acciones es como estar gateando delante de un tsunami. Los fenómenos hidrometeorológicos extremos se han intensificado en medio siglo; el nivel del mar ha aumentado, y hemos perdido la mitad de los arrecifes de coral desde 1870.
Las poblaciones de muchas especies del planeta se han visto obligadas a migrar hacia zonas mejores y las poblaciones humanas no han sido la excepción. Estamos a las puertas de perder naciones insulares de Asia Oriental y la región del Pacífico debido al aumento del mar que será de un metro.
Según el IPBES, la contaminación es la causa y consecuencia transversal a todos los impulsores de la biodiversidad. Se podría decir mucho y ríos de tinta se han vertido al respecto de este tema, pero la plataforma IPBES lo resume magistralmente al explicar que debido a este impulsor “la contaminación de los plásticos se ha multiplicado por diez desde 1980, 300-400 millones de toneladas de metales pesados, solventes, lodos tóxicos y otros desechos de instalaciones industriales se descargan anualmente en las aguas del mundo, y los fertilizantes que ingresan a los ecosistemas costeros han producido más de 400 zonas muertas en los océanos, que representan un total de más de 245 mil km2, una superficie combinada mayor que todo el Reino Unido”.
El último impulsor son las especies exóticas invasoras que se ha potenciado enormemente debido al transporte aéreo y marítimo de mercancías y personas a través de los cinco continentes. Los registros de especies exóticas van a la alza desde la década de 1980.
Cada año tenemos novedades, como las ya añejas invasiones de las abejas africanas; las inminentes invasiones de hormigas de fuego o las hormigas locas; las accidentales liberaciones de decenas de especies a los ríos en México, o las liberaciones sin freno de los aficionados a los peces de acuario, que provocan el llamado “efecto Nemo”. Estas invasiones producen graves afectaciones a la economía, los ecosistemas y a la salud de las personas.
¿Qué debemos hacer ante este reto? Hay una larga lista de acciones propuestas por diversas organizaciones tanto internacionales como locales; pero en el núcleo de todas ellas está conocer para poder amar algo y actuar.
Algunas de las propuestas de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio); el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), y One Tree Planted son las siguientes:
- Infórmate, participa, consume y produce de forma responsable, y denuncia.
- Elige una dieta variada y balanceada.
- Compra lo que necesites.
- Consume pescado nativo.
- Camina, usa la bicicleta y recicla.
- Monitorea a tus mascotas cuando estén en el exterior.
- Haz trabajo voluntario.
- Elabora composta.
- Edúcate en cuanto a la biodiversidad.
- Crea un jardín.
- Planta un árbol, nativo o endémico de preferencia.
Hasta el día de hoy, la exploración espacial no ha encontrado vida afuera de nuestro planeta. La única compañía que tenemos son todas las especies con las cuales compartimos esta hermosa nave azul.
Tenemos que trabajar de modo urgente en nuestras decisiones todos los días porque en ello se nos va la supervivencia de nuestra especie y de las generaciones futuras.
Debemos crear compromisos sólidos con nosotros mismos y nuestros semejantes para ser buenos ancestros y construir nuestro legado. O ¿cómo quieres ser recordado?
Referencias
Carson, R. (2000). Silent Spring. Penguin Classics.
“Los límites del planeta” - Revista ¿Cómo ves? - Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM. (n.d.). www.comoves.unam.mx. https://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/284/los-limites-del-planeta
Weston, P. (2024, April 16). “World faces ‘deathly silence’ of nature as wildlife disappears, warn experts.” The Guardian. https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/16/world-faces-deathly-silence-of-nature-as-wildlife-disappears-warn-experts-aoe
“Las cinco cosas que hemos hecho para poner a un millón de especies en peligro de extinción”. (2019, May 6). Noticias ONU. https://news.un.org/es/story/2019/05/1455481
Canie, A. (2022, August 2). “12 Ways to Prevent Biodiversity Loss.” One Tree Planted. https://onetreeplanted.org/blogs/stories/conserving-biodiversity
CONABIO. (n.d.). ¿Qué puedo hacer? Biodiversidad Mexicana. https://www.biodiversidad.gob.mx/biodiversidad/que_hacer
“Cinco acciones que podemos hacer desde las ciudades para revertir la pérdida de biodiversidad.” (n.d.). www.wwf.org.mx. https://www.wwf.org.mx/?365414/Cinco-acciones-que-podemos-hacer-desde-las-ciudades-para-revertir-la-perdida-de-biodiversidad
Fabián Carvallo Vargas
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