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Un breve panorama del tráfico ilegal de especies en México

Gustavo Ampugnani, Xóchitl isidro Luna, Lucio Arián Pérez Sandoval, Jaime García Soberanes, Luis Reyes Alcaraz

La gran biodiversidad de México enfrenta importantes amenazas que afectan y disminuyen a las poblaciones silvestres y su hábitat. Esas amenazas se pueden dividir en dos categorías: las consideradas naturales y las que son resultado del impacto sobre los ecosistemas inducido de las actividades humanas.

Entre las segundas destaca el aprovechamiento ilegal de especies de la vida silvestre, que incluye la cacería furtiva, captura, colecta, transporte y el tráfico ilegal de fauna y flora silvestre.

El tráfico ilegal es la extracción, apropiación, comercialización, explotación o tenencia de ejemplares de especies silvestres en contravención de las leyes y tratados nacionales e internacionales.

Los delitos contra la vida silvestre se han incrementado significativamente en los pasados 15 años en todo el mundo.

Los daños causados por el tráfico ilegal de especies de vida silvestre representan una de las mayores amenazas para la conservación de la biodiversidad.

Su impacto es directo e irreversible sobre los ecosistemas y su biodiversidad; situación que se manifiesta con el gran declive que han mostrado las poblaciones de especies de alto valor comercial en los años recientes.

Es una de actividades ilícitas que mayores sumas de dinero moviliza anualmente: de acuerdo con la Interpol, el comercio ilegal de vida silvestre asciende a 20 mil millones de dólares al año.

Es el cuarto delito más grande en el mundo después del tráfico de drogas, delitos de falsificación y la trata de personas.

Esta actividad se ha vuelto más estructurada y no es realizada por actores individuales que rompen las reglas, sino por redes, atraídas por la baja prioridad en la aplicación de la ley, las sentencias y las multas bajas, y la escasa posibilidad de ser atrapados y castigados (Trends in Organized Crime).

Dinámica del tráfico ilegal

Recolección

La red de tráfico inicia con los recolectores, quienes habitan en los estados de extracción, por ejemplo: Campeche, Puebla, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Baja California, Coahuila, Chiapas, Veracruz, etc., y tienen conocimiento local de su entorno y de las especies que lo habitan, es decir, conocen los ciclos reproductivos, la fenología local y los ciclos de alimentación de las especies, información que facilita las capturas.

Acopio

Una vez recolectados los ejemplares, el acopiador paga una mínima cantidad por ellos y los va acumulando, hasta que tiene un número suficiente de ejemplares para hacer el traslado.

Los colectores ilegales de ejemplares de vida silvestre son quienes ganan la menor cantidad de dinero en la cadena de comercio ilegal de vida silvestre (Basel Institute on Governance, 2021).

Transporte

Una vez adquirida la fauna silvestre en sus puntos de extracción, los ejemplares se almacenan temporalmente y se contrata a intermediarios para desplazarlos hacia los centros urbanos. Generalmente son transportados en vehículos viejos, camiones de viajes turísticos o camiones de pasajeros para pasar desapercibidos y llegar a las comercializadoras o distribuidores.

También se ha detectado que arriban a las terminales camioneras, entre ellas la Terminal de Autobuses de Oriente (TAPO), la Central de Autobuses del Norte y la Central de Autobuses del Poniente.

Actualmente se ha acrecentado el tráfico ilegal de especies silvestres agilizando su transportación a través de compañías de envíos foráneos con la cual las eliminan barreras geográficas.

Comúnmente, para el transporte de reptiles se emplean contendedores y botellas plásticas, costales y ropajes, mientras que las especies de aves canoras y ornato son colocadas en cajas de malla plástica. Las crías de mamíferos como primates son transportadas en mochilas acondicionadas.

Este grupo de la cadena de tráfico está consciente de la naturaleza ilegal de la actividad que realiza y su objetivo es introducir los ejemplares a los centros urbanos, lo que da paso a la siguiente etapa del tráfico: distribución y comercialización.

Distribución y comercialización

Los grupos de comercio se encargan de ofertar, contactar y ampliar los nichos del mercado tanto en el país como en el exterior, utilizando estrategias para evadir el control de las autoridades. Finalmente, el producto del ilícito se integra a un proceso de lavado de dinero con el objetivo de justificar su procedencia.

Las rutas

Como se ha mencionado, el principal objetivo es acercar los ejemplares de vida silvestre a centros urbanos, en donde se llevará a cabo la distribución, tanto a otros puntos de redistribución como a consumidores finales por lo que siguen las siguientes rutas:

La ruta del sureste: se dirige al centro del país desde los estados del sureste (Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, pasando por Tabasco y Veracruz).

La ruta del Pacífico: abarca Oaxaca, Guerrero, Sinaloa, Sonora. Los ejemplares de Oaxaca y Guerrero se dirigen a la Ciudad de México.

La ruta del Centro y del Golfo comprende los estados de Veracruz, Zacatecas, Tamaulipas y Chihuahua. Los ejemplares extraídos de Veracruz van a CDMX.

Estados con mayor extracción ilegal de fauna y flora silvestre

Campeche: jaguar, ocelote, mono aullador, mono araña.

Veracruz: loro cabeza amarilla, cotorra guayabera, tucanes, orquídeas, reptiles.

Chiapas: jaguar, orquídeas, mono araña, guacamaya roja, cocodrilo, loro nuca amarilla.

Oaxaca: perico atolero, huevo de tortuga marina.

San Luis Potosí: cactáceas, aves de presa.

Sinaloa: guacamaya verde, perico atolero, loro corona lila.

Nayarit: loro corona lila, guacamaya verde, perico atolero.

Michoacán: perico atolero, orquídeas.

Puebla: orquídeas

Tabasco: tortugas, cocodrilo, iguana, mono aullador

Especies más traficadas

Las tres especies de mono que se distribuyen en México: mono araña (Ateles geoffroyi), saraguato de manto (Alouatta palliata) y mono aullador negro (Alouatta villosa).

Seis especies de felinos: jaguar (Panthera onca) puma (Puma concolor) lince rojo (Lynx rufus), ocelote (Leopardus pardalis), tigrillo (Leopardus wiedii) y jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi).

Las 22 especies de psitácidos que se distribuyen en México

Más de cuatrocientas especies de reptiles: lagartijas arborícolas, iguanas, tortugas casquito, cocodrilos, lagartijas turipaches, monstruo de gila, serpientes de cascabel.

Aves de presa: águila real, aguililla de Harris, aguililla cola roja, gavilán tirano.

Peces de agua dulce: genero Cyrpinodon o cachorritos.

Especies marinas: pez totoaba, pepino de mar, caballito de mar, corales, pez clarión.

Flora: orquídeas, cactáceas, pata de elefante, sotol.

Maderas: Dalbergias (granadillo), palo de rosa, cocobolo, cedro y pino.

La demanda de especies silvestres: presiones del tráfico

México ocupa el segundo lugar mundial de especies de reptiles, con 864 especies, las cuales se encuentran amenazadas por distintos factores, siendo el tráfico ilegal y la extracción, las que más los afectan.

Muchas especies endémicas son buscadas en el comercio internacional de mascotas, por lo que hay una recolección excesiva para ese mercado. En el mercado ilegal internacional algunas especies de reptiles tienen alta demanda, especialmente en Estados Unidos y Europa.

Por ejemplo, las abronias, comúnmente llamadas escorpiones o dragoncitos. El género está compuesto por 29 especies que se distribuyen desde Tamaulipas hasta El Salvador y Honduras.

De estas especies, 19 habitan en el país y 17 son endémicas. En la NOM-059-SEMARNAT-2010 se encuentran listadas 17 especies del género Abronia: siete están en la categoría de amenazada, cinco en peligro de extinción y dos a sujetas a protección especial.

Estas especies son comercializadas como mascotas, ya que son llamativas por sus características morfológicas, patrones de coloración y temperamento dócil.

Las abronias son uno de los grupos más amenazados en toda América, principalmente por sus hábitos, que son estrictamente arborícolas, lo que les confiere una distribución restringida a bosques con alta densidad de especies epifitas.

Poseen una taza reproductiva baja, con un solo evento reproductivo al año y cada camada no sobrepasa las siete crías. El comercio ilegal es la segunda razón por la que el dragoncito del sur de la sierra Madre Oriental (Abronia gramínea) se encuentra en peligro de extinción.

Existe una red de comercio ilegal de estas especies entre México y Europa. También la Abronia martindelcampoi tiene una alta demanda en el mercado europeo. Los comerciantes europeos que ofrecen abronias son generalmente de España, que es una puerta de entrada a Europa conocida para las especies latinoamericanas.

El género de tortugas Kinosternon es endémico del continente americano. Incluye 22 especies vivientes que se distribuyen desde Estados Unidos de América hasta Argentina.

En México se distribuyen 17 especies, de las cuales 10 se encuentran listadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010, dos están en peligro de extinción y ocho especies sujetas a protección especial.

Las principales amenazas para las tortugas del género Kinosternon son la destrucción de hábitat, el consumo humano y la captura ilegal para mascotas tanto nacional como internacional, lo que hace que estas tortugas sean una de las más explotadas histórica y actualmente.

El tráfico ilegal de primates en México está focalizado en ejemplares vivos, más que en productos o derivados, ya que tenerlo como mascota es una conducta que se ha popularizado sobre todo por la difusión de videos en los que se les observa como compañía de las personas y porque se les considera carismáticos.

La extracción de individuos de primates se da en la selva tropical lluviosa, que se extiende desde el norte de Veracruz hasta la península de Yucatán por toda la costa del Golfo de México.

Posterior a su captura, los monos son transportados para su comercialización al centro del país, pese a que tenemos una Ley General de Vida Silvestre que prohíbe la comercialización de primates mexicanos.

En México se distribuyen 22 especies de la familia Psittacidae, conocidos comúnmente como perico, loros y guacamayas; se trata de otro grupo severamente afectado por el tráfico.

Por su belleza, su colorido y su capacidad para repetir palabras, las personas los quieren como mascotas, lo que ha puesto a todas las especies en alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2010. El tráfico ilegal es su principal amenaza.

Estas aves se colectan de forma furtiva, generalmente durante la época de reproducción y crianza y se trafica y vende de manera ilegal en diversos mercados. El valor de estas especies en el mercado depende del tamaño y la capacidad para hablar que tenga el ejemplar.

También se consideran otros factores, como su abundancia en vida silvestre, accesibilidad, longevidad, inteligencia, belleza y la distancia a la que se encuentran de los mercados.

Estos ejemplares también son exportados hacia Estados Unidos de América, donde se paga aun más por estos ejemplares, lo que implica un incentivo continuo para la captura ilegal de todas las especies y el contrabando.

Lo más importante de mencionar en este panorama es la enorme presión que la extracción ilegal pone sobre las poblaciones, pues de inmediato afecta su capacidad reproductiva inmediata, dado que muchos de los ejemplares que se extraen son críos o juveniles; a eso que se suma la profunda depresión y estrés que causa sobre los individuos que son extraídos de su entorno.

El tráfico ilegal de muchas de las especies de la vida silvestre no solo es un delito que infringe la normatividad mexicana, sino que además afecta profundamente la biodiversidad y causa un enorme sufrimiento a los ejemplares en lo individual que sufren este destino.

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Gustavo Ampugnani, Xóchitl isidro Luna, Lucio Arián Pérez Sandoval, Jaime García Soberanes, Luis Reyes Alcaraz
Dirección General de Inspección y Vigilancia de Vida Silvestre, Recursos Marinos y Ecosistemas Costeros de la Profepa
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