Resistencia y represión en el istmo de Tehuantepec — ecologica
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Resistencia y represión en el istmo de Tehuantepec

Adriana Itzxel García Agüero y Luis Emilio Soberanes Flores

La resistencia indígena y social en el istmo de Tehuantepec (1996-2025): en octubre de 1996, el presidente Ernesto Zedillo anuncia su plan de desarrollo estrella para el sureste mexicano: el Programa de Desarrollo Integral del istmo de Tehuantepec (PDIIT). Inmediatamente reaccionan organizaciones sociales y civiles con incidencia regional, así como comunidades indígenas, y convocan a la construcción de un movimiento de resistencia.

Entre estas organizaciones sobresalen como promotoras, la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI), el Consejo Indígena de Uxpanapa (Ciux), Maderas del Pueblo del Sureste, AC y el Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas.

Así, para agosto de 1997 se realiza el 1er foro nacional El Istmo Es Nuestro, con participación de más de 300 delegados, representantes de organizaciones sociales, civiles, comunidades, autoridades municipales y sindicatos.

La plenaria se realiza en Matías Romero, Oaxaca. Además, de cuatro mesas temáticas en diferentes subsedes: Derechos Indígenas en San Juan Güichicovi, Oaxaca; Cultura Indígena, en Juchitán, Oaxaca; Ecología, en el Poblado 1 de Uxpanapa, Veracruz; y Derechos Laborales, en Cosoleacaque, Veracruz.

De este 1er Foro Nacional surge la Declaración en Defensa del Istmo de Tehuantepec, cuyos postulados sirven de base al EZLN para incluir en su ensayo de 1997 titulado 7 piezas sueltas del rompecabezas mundial (el neoliberalismo como rompecabezas: la inútil unidad mundial que fragmenta y destruye naciones. La pieza número 7, “Las bolsas de resistencia” se refiere directamente al denunciado megaproyecto del istmo.

Un año después (marzo 1998), con la fuerte resistencia social alcanzada, se logra que la fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados, apoye la realización en el Palacio de San Lázaro, del 2do foro nacional El Istmo Es Nuestro, que obtiene eco en la opinión pública y política nacional. Junto con la resistencia social alcanzada, incide en la suspensión del popularmente conocido como megaproyecto del istmo. Esa resistencia se diluye regionalmente a partir de 2000-2001 cuando toma su lugar la masiva y geográficamente más extendida resistencia contra el Plan Puebla Panamá (PPP) del presidente Vicente Fox.

Este movimiento de resistencia social y civil en defensa de los invaluables territorios y culturas indígenas del istmo, surgido en 1996-1998, se basó en experiencias de persistentes movimientos y organizaciones de resistencia regionales, como:

  • La Coalición Obrera Campesina Estudiantil del istmo (COCEI), que en 1973/74 surge de forma autónoma en Juchitán, Oaxaca, en defensa de sus tierras y su cultura zapoteca.
  • El Movimiento Zoque Popoluca Nahua del Sur de Veracruz, que entre 1984-87 se opuso a la construcción de un puerto industrial en la Laguna del Ostión.
  • La Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del istmo (UCIZONI), organización mixe-zapoteca que surge en 1985 para defender los derechos indígenas.
  • Comunidades originarias de la sierra Mixe baja y alta, con una fuerte tradición de lucha en defensa de su tierra y su cultura. Fundan en 1985 la organización Servicios del Pueblo Mixe (SerMixe).
  • Las comunidades y municipios originarios zoques de Santa María y San Miguel Chimalapa, con una larga experiencia de lucha en defensa de su territorio y sus bienes naturales. Su movilización pacífica pero tenaz y capacidad de alianzas, enfrentó entre 1987 y 1994, ambiciosos proyectos desarrollistas. Como una autopista, un complejo industrial forestal y un complejo hidrológico de cinco represas hidroeléctricas. También evitó la imposición de una reserva de biosfera sobre su territorio ancestral, el más biodiverso y mejor conservado de México.
  • Ejidos de la Sierra de Santa Martha, Vereracruz, quienes, en lucha por evitar plantaciones de eucalipto, se organizaron en 1991 para crear un proyecto de desarrollo comunitario y conservación ecológica.
  • El Consejo Indígena de Uxpanapa (Ciux) en el sur de Veracruz, integrado en 1994 con pueblos chinantecos reacomodados forzosamente por la construcción de la presa Cerro de Oro.

Durante el gobierno de Vicente Fox surge el llamado Plan Puebla Panamá (PPP) que tenía como columna vertebral, la misma que el Programa de Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec (PDIIT) de Ernesto Zedillo (el canal seco multimodal y la modernización de los puertos Coatzacoalcos y Salina Cruz, estirando su espacio hasta Puebla –al norte– y Panamá –al sur–).

Pero obtiene mayor movilización y resistencia nacional e internacional, quedándose nuevamente en fallido paquete de megaproyectos, pues el gobierno foxista no pudo garantizar a los inversionistas paz social y control político total; una estructura logística subsidiada (aeropuertos, autopistas, represas, etc.). Tampoco pudo sacar adelante las llamadas reformas estructurales (laboral, educativa, energética, del agua y agraria). Por todo ello en ese sexenio (2001-2006) inversionistas y empresas multinacionales llevan sus capitales, y su depredación, a la República Popular China.

AMLO retoma el megaproyecto del istmo

En 2004, siendo aún presidente del Partido de la Revolución Democrática, PRD, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, presenta su propuesta Un proyecto alternativo de Nación, cuyos 20 postulados traduce programáticamente en 50 compromisos para recuperar el orgullo nacional. Uno de ellos retoma el Programa de Desarrollo Integral del istmo de Tehuantepec de Zedillo, lo que provoca un reclamo del EZLN.

Así, el 5 de febrero de 2006, en el marco de La Otra Campaña, realiza en la comunidad mixe Boca del Monte, el foro El istmo no se vende, al que asistieron pueblos ayuukjä’äy, binni gulaza, ñuusavi, tsa ju jmí, ikoots, angpø’n y homshuk. En ese foro, el subcomandante Marcos denunció el proyecto transístmico de AMLO como la creación de una nueva frontera para los gringos y una manera de crear servidumbre en la región, despojando a los pueblos de sus tierras, y a la naturaleza, de sus invaluables riquezas.

En su campaña de 2006, AMLO vuelve a retomar esta misma propuesta, e igual lo hace en la de 2012. Al respecto, desde un año antes presenta su nuevo Proyecto de Nación, cuyo punto 33 es el citado PDIIT, reiterando ello en un masivo acto en Juchitán, Oaxaca, el 19 de mayo.

Recién electo presidente, el 12 de julio 2018, AMLO envía una carta personal al presidente Trump. En sus páginas 3 y 4 invita explícitamente a inversionistas de Estados Unidos a invertir en el tren y corredor transístmico, lo cual concreta con la creación oficial del OPD Corredor Interoceánico. Y contrata a la consultora multinacional de Singapur, Surbana Jurong, para que elabore el Plan Maestro del Corredor Interoceánico, el cual fue presentado en febrero 2021.

Resistencia y represión

Ante ello, desde junio 2019, organizaciones sociales y comunidades del istmo realizan en Salina Cruz el foro regional En Defensa de el Istmo. Como fruto, organizaciones como Maderas del Pueblo, la Asamblea de Pueblos Indígenas en Defensa del Istmo de Tehuantepec (APIIDT), el CDH Tepeyac, UCIZONI y EDUCA relanzan el movimiento #ElistmoEsNuestro. Y se emite una convocatoria pública, invitando a... “la reconstrucción de un amplio y plural movimiento y de una intensa campaña global, denominada El istmo es nuestro; de los pueblos indígenas; del pueblo mexicano; no de las empresas, ni de los gobiernos

En septiembre 2019, el Congreso Nacional Indígena (CNI) realiza su masiva asamblea nacional en Juchitán, bajo el tema El Istmo Es Nuestro. A nivel académico, en febrero 2020, Greenpeace, Maderas del Pueblo, la APIIDT y el Colectivo Ecomún realizan en el antiguo colegio de San Ildefonso-UNAM, CDMX, el foro nacional Naturaleza, Derechos Indígenas y Soberanía Nacional en el istmo de Tehuantepec, con participación de más de 30 expertos académicos.

Y cuando la efervescencia social iba en ascenso, la pandemia de Covid impone un impasse (para las organizaciones y comunidades, no para el gobierno de la 4T) que finalmente es roto en junio 2021, con el Encuentro por La Vida: El Istmo (que tenemos, defendemos y queremos) Es Nuestro, en la comunidad binizaá Puente Madera, San Blas Atempa, Oaxaca. Participan 400 representantes de comunidades del istmo. Su lema final fue El istmo no se negocia; ello frente a intentos de algunas organizaciones y personajes académicos que proponían negociar el paso del Corredor Interoceánico, a cambio de ver cumplidas sus demandas particulares y luego de obtener privilegios para su grupo o para sus líderes.

Es por esos mismos días (julio 2021) cuando el EZLN inicia la llamada Travesía por la Vida, recorriendo Europa para difundir los devastadores efectos de los megaproyectos de muerte del gobierno de la 4T.

En 2022, continúan encuentros, foros, movilizaciones y bloqueos convocados por organizaciones y movimientos regionales. En abril-mayo 2023 –por iniciativa del CNI– se realiza la Caravana y Encuentro Internacional El Sur Resiste, integrada por 300 representantes de organizaciones sociales, civiles, colectivos y activistas. Recorre siete estados del sur de México: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Sigue los trazos del tren interoceánico y del tren maya.

En todos los lugares señalados se realizaron actos públicos y se documentaron las violaciones a los derechos indígenas y a los de la naturaleza que implicaban la imposición y militarización del Corredor Interoceánico, del Tren Maya y la refinería Dos Bocas.

La reacción del gobierno de la 4T fue violenta; aún antes de terminada la caravana, la Secretaría de Marina, Semar, acompañada de la Guardia Nacional, irrumpió en la comunidad Puente Madera, intimidando a su población, girando órdenes de aprehensión contra 15 líderes de la resistencia en contra de la instalación de un parque industrial en su territorio. En particular contra David Hernández, finalmente sentenciado a 42 años de prisión.

El campamento Tierra y Libertad, ubicado en Mogoñé Viejo, mediante el cual se habían bloqueado las vías del tren interoceánico, fue violentamente desalojado el 28 de abril con la detención de cuatro comuneras y dos comuneros, liberados dos días después.

A fines del mismo 2023, surge en la comunidad la Mixtequilla un movimiento de resistencia denominado Resistencia Civil Mixtequillense, en protesta contra la instalación de otro parque industrial. Fueron igualmente reprimidos y la detención de nueve de sus integrantes.

En ese contexto, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos denuncia que, por la imposición del proyecto presidencial, se incrementaron las agresiones contra comunidades indígenas que defienden su tierra y territorio. Mencionan que, de 2021 a principios de 2024, se registraron 46 agresiones cometidas por instituciones del Estado, empresas o personas con intereses en la construcción del gigaproyecto.

De esas 46 agresiones, 20 fueron intimidación y hostigamiento contra defensoras, sus familias o colectivos; 15, de amenazas directas; siete actos de criminalización con 52 casos de denuncias penales a autoridades locales y personas defensoras comunitarias en San Juan Guichicovi, Mogoñé Viejo, Mogoñé Estación, Paso Real, Estación Sarabia, Tagolaba, Puente Madera y Santa María Mixtequilla.

Además, 11 encarcelamientos y dos casos de difamación en medios de gran alcance, y 10 registros de violencia física y psicológica. También, tres homicidios contra defensores: Jesús Manuel García Martínez, Noel López Gallegos y Félix Vicente Cruz.

Hoy, en octubre de 2025, la lucha, la resistencia y la represión continúan en todo el istmo de Tehuantepec, la geoestratégica y bioculturalmente diversa cintura del país.

Adriana Itzxel García Agüero y Luis Emilio Soberanes Flores
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